Carolina Manzano, de 13 años, lleva media vida subida a una moto, y se ha convertido en la representación pepinera del gran paddock de SuperSport 300
Con un pilotaje propio, Carolina Manzano se ha convertido en la nueva promesa del motociclismo leganense. Esta joven de 13 años, que lleva media vida subida a una moto, comenzará este año a competir en SS300, una categoría para la que lleva todo el año practicando. «El parón de 2020 por COVID me ha venido muy bien para centrarme en este salto de categoría», nos confiesa.
Su padre fue el causante de que ahora Carolina se encuentre sobre una moto. Y es que con tan solo 6 años, cuando la joven apenas seguía las carreras de motociclismo en televisión, su padre le regaló su primera motocicleta infantil: «una tarde cuando volvía del colegio mi padre me dijo que tenía una sorpresa, me llevó al patio de mi casa, levantó una manta y vi la moto», recuerda emocionada, «cuando me subí me encantó, sentía que tenía el control de absolutamente todo».
Tal era la sensación, que Carolina comenzó a tener claro que quería dedicarse a esto por lo que, con el apoyo constante de sus padres, entró en una escuela y tan solo dos años después comenzó a competir subida a una MiniGP de 110cc subiendo de cilindrada año tras año. Esto llamó la atención del equipo XE Racing que no dudó en ficharla a sus 10 años: «estuve un año entero de entrenamiento para en 2019 entrar en Moto5» donde se subió al podium de Montmeló y ganó su primera carrera en el circuito de Jeréz. «No me lo creía, casi. Sentí todo mi trabajo recompensado».
Una superación constante
Su trayectoria, al igual que otras muchas, se ha visto afectada por la COVID19 y es que en 2020 no ha habido competiciones: «iba a hacer otro año de Moto5 pero no corrí y decidí entrenarme» algo que le ha venido muy bien puesto que en esta nueva temporada subirá de categoría a SS300 con una parrilla muy complicada. «Es desde los 13 años y no hay límite de edad», explica.
«Es una categoría muy dura porque se caracteriza con pilotajes muy agresivos por cómo es la moto y mucho contacto entre las motos», confiesa la joven que tiene un objetivo muy claro para este primer año: «Voy a tener que trabajar mucho, mentalizarme de que voy a competir con personas más mayores; fijarme en mi trabajo e intentar aprender de quienes lo hagan mejor. Claramente no vas a ganar sino aprendes», una máxima que le lleva a seguir de cerca a pilotos como Marc Márquez o Ana Carrasco.
Ahora, la piloto se entrena cada día por superarse y marcar la diferencia. Tanto dentro como fuera de la pista, Manzano se marca siempre objetivos con los que superarse, «en cada tanda que doy siempre quiero mejorar», asegura. Algo para lo que busca aliados, como su mecánico, con el que rememora siempre los huecos para adelantamientos de cada tanda: «Si me pasan, siempre quiero devolver la pasada. Si veo que no hay hueco lo intento abrir, porque siempre hay, siempre lo busco«.
Con este sentimiento de superación, Carolina tiene muy claro que su futuro está ligado a las motos. «No me he planteado qué quiero estudiar pero sé que estará relacionado con las motos aunque ahora lo que quiero es pilotar y estar sobre ellas». Una meta que está consiguiendo a pasos agigantados.