El Grupo Douglas está negociando con los trabajadores el cuarto ERE en los últimos 5 años. El 90% de los trabajadores del almacén, ubicado en Leganés, siguió la jornada de huelga.
El Grupo Douglas continúa en plenas negociaciones con la representación de los trabajadores, el Comité de Empresa, por el «ERE salvaje» planteado hace apenas unos meses. La multinacional planteó la necesidad de cerrar 35 tiendas, lo que supondría el despido de mil trabajadores, y endurecer las condiciones laborales de los trabajadores del almacén, un planteamiento rechazado de plano por el Comité.
«En 2018 fueron 266 despidos. En 2019, 492 personas en la calle. Ahora quieren echar a 1.000, más del 60% de la plantilla«, denuncia CCOO. Una situación que ha llevado a los trabajadores a convocar tres jornadas de huelga. La primera ha sido en los almacenes ubicados en Leganés con un seguimiento de casi el 90% de la plantilla.
«La cosa no va bien porque la propuesta de la empresa sigue siendo muy insuficiente», aseguran fuentes de la Mesa negociadora, tras la octava reunión con la empresa, y un día antes de la novena. Y es que en estos días Douglas solo ha ‘salvado’ 12 tiendas de las 35 que se incluyen en el plan de cierre, es decir, alrededor de 100 de los mil trabajadores amenazados.
Según la empresa, se trata de tiendas que no podrían llegar a ser «autosuficientes», por lo que prefieren liquidarlas. «Tenemos estudios que sostienen que hay más tiendas que pueden cumplir los requisitos que marcan«, aseguran desde el Comité de Empresa.
Además, otro punto de negociación es el cambio en el sistema de incentivos que supone «una merma de lo que se está cobrando ahora». «Ahora, al alcanzar las ventas del mes anterior obtienen comisión y se aumenta según el porcentaje que aumentas las ventas; y lo quieren establecer a objetivos establecidos por ellos. Hemos hecho una comparación y vemos que claramente hay una merma tremenda».
Precarización del trabajo en el almacén de Leganés
El trabajo en el almacén también se verá afectado por este ERE, sobre todo, con las condiciones de horarios y turnos. La intención de la empresa es que el trabajo en fin de semana pase de considerarse como horas extras y voluntario, a obligatorio, y que el calendario de turnos se modifique cada semana y no cada año. «Consideramos que es una precarización del trabajo».
Por otro lado, el Comité negocia también las condiciones de los trabajadores que se verán afectados por este ERE. La empresa propone que sean 28 días por año trabajado pero topado en 17 meses, algo que los sindicatos ven «muy alejado» de lo que debería ser.
Desde el Comité de Empresa aseguran que estas nuevas condiciones afectaría a trabajadores que ya vieron recrudecidas sus condiciones hace apenas un año. «Venimos un ERE el año pasado de 492 despidos, y modificaciones de condiciones muy duras para los que se quedan». Por eso, los trabajadores están volcados en la defensa de las condiciones y luchan por minimizar los daños de este ERE a través de nuevas jornadas de huelga en tiendas y en oficinas.