Hace un año que Rusia inició la invasión militar en Ucrania. Un conflicto que ha obligado a más de ocho millones de personas a abandonar el país, mientras que otros siete millones son desplazados internos. Un aniversario que del que Cáritas Diocesana de Getafe ha querido hacer balance con el centro de refugiados ucranianos San Josafat de Leganés como telón de fondo.
En este acto han estado presentes obispo auxiliar don José María Avendaño, acompañado por un representante de Cáritas Española, el subdirector de Cáritas Diocesana de Getafe, el padre Andreyi, capellán de la comunidad ucraniana, y Katherina la madre de la familia de refugiados acogidos en el centro.
El director de la Diócesis de Getafe, el obispo Avendaño, ha recordado que desde el primer momento Cáritas encauzó la ayuda hacia Ucrania coordinando la recogida de artículos de primera necesidad: «la Diocesana costeó algunos de los envíos en colaboración con la asociación de transportistas de la Comunidad de Madrid que no pusieron ninguna pega”.
Aunque uno de los grandes logros de este plan de ayuda ha sido la acogida de los refugiados en España dándoles un techo provisional mientras dura la guerra recordando la solidaridad de muchas familias que acogieron en sus casas a refugiados que se sumaban a los centros propuestos. “Las plazas de refugiados ucranianos de San Josafat se suman a las 20 de la orden de refugiados de San Juan de Dios”.
Katerina y sus hijos, refugiados en Leganés
Actualmente solo hay una familia acogida en el centro de Leganés y es que muchas de ellas han vuelto de nuevo a Ucrania después de la emergencia inicial. “Ahora estamos acogiendo y acompañando a las familias y facilitando la vuelta, que está pasando en gran parte porque ciertamente uno quiere vivir donde uno ha nacido”.
Aunque muchos han vuelto, la situación sigue siendo crítica y según los informes sobre el terreno, se espera que “sea una crisis de larga duración”.
“Estamos hablando de una crisis que va a ser muy larga. Mantenemos la esperanza de la paz porque es una aspiración pero desde los informes de terreno tenemos por delante una crisis de larga duración”, ha explicado José Peralta, técnico de cooperación internacional en Cáritas Internacional. Peralta ha añadido que, claramente, dependerá del devenir de la guerra.
En este sentido, la comunidad internacional vive en esta incertidumbre sobre hasta cuándo se alargará esta invasión y si las ofensivas se recrudecerán en los próximos meses a pesar de las constantes sanciones a Rusia y el envío de fuerzas a Ucrania. Mientras tanto, el pueblo de Ucrania está a la espera de que termine finalmente la guerra.
Por ahora solo una familia está acogida en el centro, habilitado para 29 personas, aunque “ha habido más solicitudes” que por ahora están acogidos en otras familias que “entendemos que es un lugar con una relación más humana que la que podamos prestar aquí”.