Las viviendas de promoción pública de EMSULE ya han sido adjudicadas. Tras meses de espera, el pasado 5 de junio se celebró el sorteo ante notario de las 134 nuevas viviendas en venta para régimen general y necesidades especiales, y la bolsa de alquiler para las nuevas viviendas que se están empezando a construir.
Los nervios rodeaban el Pabellón Europa desde primera hora de la tarde. Desde tres horas antes del inicio del sorteo, los primeros solicitantes esperaban pacientes a la apertura de puertas del pabellón en el que se disponían centenares de sillas para ampliar el aforo de 1.300 personas de las gradas. Desde las 5, todos se acomodaron para seguir el sorteo.
Puntualmente, el alcalde en funciones, Santiago Llorente (PSOE), tomó la palabra desear suerte a todos los solicitantes: «Sé que son pocas viviendas para tantos solicitantes pero es a lo que hemos llegado, estamos convencidos de que más adelante se harán más promociones», aseguraba. Así daba comienzo al sorteo, llevado a cabo por una empresa experta y bajo la atenta mirada del notario.
La primera bola que se extrajo fue la del alquiler general, la 969, «este será el primer número de la lista de espera de la bolsa de solicitantes de alquiler», explicaba la speaker recordando lo que figuraba en las bases del sorteo y que pocos solicitantes recordaban. Y es que ahora mismo todos los alquileres de EMSULE están ocupados, en el momento en que haya una vacante se llamará al primero de la lista de espera, el 969, y así sucesivamente. Lo mismo se hacía con los alquileres para personas con necesidades especiales: 265.
La alegría y emoción de los adjudicatarios
Mónica, con movilidad reducida, era la primera en estallar en lágrimas en el Pabellón. Optaba a una de las cinco viviendas de compra adaptadas a necesidades especiales y su número, el 78, salió el último. «¡No puede ser! ¡Te ha tocado!», gritaba su hermano, quien se fundía en un abrazo con ella. «Lleva años con problemas en la vivienda en la que está porque no está adaptada, aunque tenga que esperar 18 meses es una bendición», explicaba a Leganés Activo.
Tras ello, solo dos filas más atrás, un hombre alzaba los brazos incrédulo, le había tocado una vivienda en compra en régimen general. «Me ha tocado», repetía a su alrededor sin saber cómo reaccionar.
Ellos solo eran los primeros: una joven estallaba de alegría minutos después, una familia con dos hijos pequeños lloraba al escuchar su número, y una madre comprobaba en su móvil que, efectivamente, su hija había sido beneficiaria de uno de estos pisos en compra. El Pabellón se contagiaba de la alegría aplaudiendo ante la emoción de los nuevos adjudicatarios.
Ahora toca esperar y es que, a pesar de tener todo hecho no hay nada asegurado puesto que no se conocen las condiciones ni los precios de cada una de las viviendas, ni en régimen de compra ni de alquiler. Mientras que las empresas constructoras hacen su trabajo, la nueva corporación y EMSULE tendrán que hacer el suyo para despejar las incógnitas lo antes posible.