El Ayuntamiento de Leganés ha inaugurado la nueva escultura para la rotonda conocida como el Santo Niño del barrio de San Nicasio en la confluencia de las calles Río Duero, Río Guadalquivir, Río Urbión y Río Tormes. El nombre de las calles ha inspirado diversas representaciones de la fauna y la flora que son habituales en los ríos de España, obra del artista Luca García.
Bajo el título “El ciclo del agua”, las esculturas que componen este conjunto han sido construidas con metales reciclados. Se trata de una iniciativa puesta en marcha por la Junta Municipal de Distrito (JMD) de San Nicasio para embellecer el barrio y responder así a una reivindicación constante durante años de los vecinos de la zona.
“Las esculturas se han confeccionado a partir de chatarra, específicamente hierro reciclado, porque también queremos concienciar de la importancia de reciclar para proteger el medio ambiente”, ha explicado el alcalde, Miguel Ángel Recuenco (PP), en la inauguración.
En el acto de inauguración también han estado presentes el primer teniente de alcalde, Carlos Delgado, el presidente de la JMD de San Nicasio, Jesús Rodríguez, y los concejales María Estévez y José Marín, también componentes de la JMD de San Nicasio.
Un mensaje sobre la relación entre la actividad humana y la naturaleza
Entre las esculturas destaca una elegante garza en reposo, una garcilla en pleno vuelo, una libélula posada sobre varios juncos, una rana y un pez que salta fuera del agua. Este material encuentra una nueva vida al ser transformado en arte, dando así un ejemplo de cómo es posible convertir lo que se considera basura en una expresión creativa.
A través de esta obra se busca transmitir un mensaje de conciencia sobre la relación entre la actividad humana y la naturaleza, utilizando el arte como un medio para reflexionar sobre nuestra interacción con el entorno y generando un diálogo en el ámbito social.
Las cinco esculturas están dispuestas sobre una isla de rocas, de diferentes tamaños y colores. En la creación de las obras se utilizan diversas técnicas, tanto tradicionales como modernas, como soldadura, corte por plasma, moldeado en chapa, desbaste y pulido. La fase final implica la aplicación de pátinas sobre las esculturas, añadiendo colores inspirados en la naturaleza de los ríos de la península Ibérica. Además, en la rotonda se han realizado trabajos de mantenimiento y de mejora para acondicionar la zona.