El IES Rafael Frühbeck de Burgos de Leganés ha recibido una carta muy especial. El remitente se encuentra en Tanzania y agradecía enormemente el granito de arena que han aportado para poder desarrollar mejores proyectos en el país. Es la respuesta a una iniciativa solidaria que el centro llevaba a cabo la pasada Navidad.
Alumnado, profesorado y familias colaboraron la pasada navidad en un mercadillo solidario. «Estuvimos quince días recopilando objetos en buen estado: libros, bisutería, juguetes, aparatos electrónicos…», nos explica Tomás Alonso, director del centro. Objetos que fueron comprados por los propios alumnos y profesores del centro, así como familias en algunos días de puertas abiertas.
El mercadillo funcionó muy bien y llegó a recaudar 1.012 €. Todos los fondos han ido destinados a una entidad sin ánimo de lucro que trabaja con los jóvenes de Tanzania: Tierra de Amani.
Ayuda a los menores de Tanzania a escolarizarse
En agradecimiento, la entidad ha querido hacerles llegar «un trocito de Tanzania» a través de una carta y una fotografía. «Queremos seguir insistiendo en daros la enhorabuena por implicar a tantas personas y trabajar unidos por una misma cusa. Eso siempre es inspirador y alegra el corazón», se puede leer en la misiva.
La ONG se dedica a ayudar a la población infantil vulnerable en zonas rurales para poder acudir internados a centros de estudios. «Para ello hay que pagar no solo las matrículas sino también todo tipo de material como: colchón, sábanas y mantas, mosquiteras, maletas, uniforme de día, uniforme de tiempo libre, kit de higiene completo, jabón de lavar, toalla, zapatos, zapatillas, etc», explican.
Una solidaridad continuada
Esta no es la primera vez que el IES Rafael Frühbeck de Burgos colabora con Tierra de Amani. «Una profesora que trabajó aquí colaboraba con esta ONG y cuando vimos cómo funcionaba y que los recursos llegaban, no dudamos. Llevamos tres ejercicios colaborando con ellos«, apunta Alonso.
Y es que este instituto acostumbra a realizar diferentes iniciativas solidarias a lo largo del año con las que concienciar a todos los miembros de su comunidad educativa. De hecho, a finales de enero comenzó una campaña que acaba de finalizar para donar al Banco de alimentos, «ahora que no hay tantas campañas». «Buscamos que los chicos se formen en estos valores sociales», confiesa Alonso. Un objetivo que les hace luchar para poder ayudar un poquito más cada año.