Con el corazón en un puño, decenas de feligreses acudían a la Parroquia de San Salvador a primera hora de la tarde de este Viernes Santo. Fuera, una leve lluvia amenazaba con volver a interrumpir la procesión de Semana Santa. Eran las 7 de la tarde cuando en el interior comenzaban los actos del Descendimiento de la Barbacana. En el exterior, el cielo se abría. Habría una tregua.
Después de los Laudes de oración, la luz de la parroquia se iluminaba para dar comienzo a la procesión. En este día grande de la Semana Santa tres imágenes han tenido todo el protagonismo: el Descendimiento, el Santo Sepulcro y la Virgen de la Soledad. Pasos con los que se conmemora la crucifixión y el entierro de Jesucristo.
Pero antes de salir en procesión, en el interior de la parroquia se vivía una emocionante escena. Jesucristo crucificado era ‘descendido’ de la cruz para ser mostrado a su madre, la Virgen de la Soledad. Una simbólica escena que ha emocionado a los presentes en el interior del templo. Seguidamente, el Párroco Pedro Manuel bendecía la imagen a las puertas de la Parroquia. Allí se congregaban decenas de fieles que esperaban la salida de las imágenes. Tras ello, la talla de Jesucristo era introducida en el Santo Sepulcro.
Música sacra en Semana Santa
Una vez terminado, las tres imágenes salían del templo. Con todas sus dificultades, los costaleros se hacían ‘al cielo’ con los tres pasos de Semana Santa. Todos eran recibidos por un sonoro aplauso del público congregado a las puertas del templo, y la banda de música de la Asociación Fénix de la Esperanza. Banda que ha acompañado a los pasos a los largo de todo el recorrido.
Durante el recorrido, Rosa Gomáriz ha cantado en dos puntos diferentes a los pasos de Semana Santa. La soprano ha interpretado varias piezas de música sacra a las imágenes con las que ha emocionado a todos los presentes.
Finalmente, en las puertas de la Parroquia de San Salvador, la imagen del Descendimiento, que caminaba abriendo la procesión, esperó la llegada de la Virgen de la Soledad. Un encuentro que recordaba al vivido en el Jueves Santo. Tras ello, las tres ingresaron en el interior del templo a la espera del próximo año.