Varias generaciones de activistas del colectivo LGTBIQ+ llevan años luchando para que la sociedad les devuelva los derechos que les fueron arrebatados. Su lucha por la defensa de la libertad y la singularidad del individuo nos ayuda a construir una sociedad más justa y diversa.
Desde las instituciones se debe velar por la protección de los derechos que con tanto sufrimiento ha conseguido el colectivo. La intolerancia de algunos sectores de la sociedad, alentada por el discurso de los partidos de la derecha y la extrema derecha, desemboca en lo que se ha denominado como delitos de odio que, solo el año pasado, aumentaron hasta un 33% en España. De estos delitos, los motivados por la orientación sexual y la identidad de género, además de ser la segunda causa principal, son los que más han aumentado durante el último año, llegando a alcanzar un incremento del 77% con respecto al año anterior.
Sin embargo, atender únicamente a los hechos denunciados sería un error debido, principalmente, a que estos solo muestran la punta del iceberg de un problema que mayormente es invisibilizado y que se encuentra infra denunciado. Según un informe de la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Trans, bisexuales e intersexuales (FELGTBI+), el 80% de las personas del colectivo LGTBIQ+ que sufren violencia o discriminación jamás llegan a denunciar.
Asimismo, este mismo informe señala que, a pesar de no formalizar la denuncia, el 30% de personas LGTBIQ+ de 18 años en adelante reconoce haber sufrido algún tipo de acoso en los últimos cinco años. Además, el 27% afirma a ver sufrido discriminación y el 8% haber sido víctima de agresiones sexuales o físicas.
Teniendo en cuenta esta problemática, Victoria García, Concejala de Más Madrid Leganés ha declarado que “es importante que las personas que integran el colectivo sepan identificar cuando son víctimas y que derechos tienen, por tanto, tenemos la obligación moral de ofrecerles recursos asistencias para atenderles en caso de que sufran alguno de
estos delitos”.
Para tal fin, la formación política propone la creación de puntos de atención a la diversidad, conocidos como puntos arco iris, que presten atención, apoyo y asesoramiento personalizado a las personas LGTBI o a sus familiares y que puedan ser instalados en las fiestas municipales, junto a los puntos violetas.
Además, se propone la creación de una comunidad local de aprendizaje contra la LGTBIfobia de la que deriven talleres orientados a sensibilizar y prevenir y se desarrollen campañas de concienciación. Finalmente, se incluye la puesta en marcha de un Consejo Sectorial LGTBIQ+ para que se pueda realizar un correcto seguimiento de las medidas contra la LGTBIfobia desde las instituciones.