Charles Rodríguez y Rubén Agudo cumplen 16 días en huelga de hambre. Su lucha: volver a ocupar la plaza de bomberos del Ayuntamiento de Leganés que, tras el traspaso del servicio a la Comunidad de Madrid, fue eliminada. Por diferentes circunstancias han quedado fuera del cuerpo de Bomberos de la Comunidad de Madrid y ahora reclaman volver.
En su lucha de 16 días, los bomberos no han estado solos. Este jueves, vecinos de Leganés, excompañeros y amigos han querido visibilizar ese apoyo en una concentración pacífica. «Reclamar su plaza no es una amenaza» o «No estáis solos» han sido algunos de los cánticos de la concentración.
Todos se han reunido a las puertas del Ayuntamiento de Leganés, la plaza que se ha convertido en casa para Rubén y Charles. Aunque a nivel de salud ambos notan ya las consecuencias de su huelga de hambre, los bomberos aseguran que están «hartos pero fuertes de ánimo» y se reivindican en su lucha.
La Comunidad de Madrid, cierra la puerta
«Soy bombero, sé lo que soy y no sé hacer otra cosa», defienden ambos bomberos. Sin embargo, la Comunidad de Madrid ha rechazado su petición. A través de una carta, el director general, Carlos Novillo afirma que «el convenio regulador de traspaso de material y personal dejó de estar en vigor el 1 de octubre de 2020 por lo que no se puede modificar». Es decir, no se les puede integrar.
En la práctica, Rodríguez explica a Leganés Activo que esta carta es el cierre completo de las negociaciones con la Comunidad de Madrid. «El señor alcalde tendrá que poner las otras vías de solución, yo soy bombero de carrera de este Ayuntamiento, lo tengo clarísimo», sentencia.
Por ahora, las vías de negociación con el Gobierno local están abiertas, y tal y como hemos podido saber desde este medio, se están barajando hasta tres opciones que deberán tener el visto bueno de los huelguistas. Mientras tanto, el reloj avanza y Charles y Rubén continúan sin comer. «Si caemos enfermos Rubén o yo, la responsabilidad es de los políticos, no nuestra, porque no nos dejan más salidas. Prefiero morirme aquí que no en mi casa solo con 734 euros al mes, que es lo que llevo cobrando 4 años. No hay más», ha dejado claro.