«No somos lelos». Así de contundentes fueron desde la Federación Local de Asociaciones de Vecinos (FLAV) de Leganés hace tan solo unos días. Con esta frase expresaban su contundente respuesta a la invitación del Ayuntamiento de Leganés y la Fundación Metrópoli a la primera reunión de presentación del proyecto ‘Ciudad de Leganés’. Un proyecto en el que se espera, escuchados los principales agentes de la ciudad, crear una guía para transformar Leganés en una ecociudad.
La no participación de los representantes de las asociaciones de vecinos dejaba coja esta primera toma de contacto. A los empresarios de varios de sectores incluso agentes de policía y políticos, se les unían apenas tres miembros de algunas entidades vecinales. Una circunstancia que el alcalde, Miguel Ángel Recuenco (PP) lamentó.
En declaraciones a los medios de comunicación tras el acto, Recuenco reclamaba que «se necesitaban todos los puntos de vista». De hecho, la aportación de esta Federación sería clave para afrontar el principal reto de la transformación: la gentrificación. «Aquí no puede uno monopolizar todo. Nadie tenemos la verdad absoluta y es importante que nos enriquezcan desde otros puntos de vista también», ha añadido.
De hecho, Recuenco no tira la toalla y espera todavía que la Federación acude a las asambleas de trabajo que comenzarán en unos meses. Unas asambleas en las que se empezarán a recabar las necesidades de la ciudad y cada uno de los barrios para crear un proyecto acorde. «Su aportación la recibiremos con los brazos abiertos cuando empiecen esos foros», ha asegurado.
No obstante, la posición de la Federación parece firme. Y es que no están de acuerdo con la colaboración de una entidad privada para realizar un proyecto público: «No tiene que venir nadie de fuera para decirnos como tenemos que vivir», sentenciaban en este duro comunicado.
