«Nos dijeron tantas veces que no, que hemos tenido que llenar el teatro para acallarlos». Con esta contundente declaración de intenciones cogía el micrófono Mario, que por primera vez jugaba en casa llenando el Teatro Rigoberta Menchu. «Lo que habéis hecho es una locura«, confesaba a quienes estaban, expectantes y entregados, sentados en el teatro.
Y es que, su show, diferente en todos los sentidos, conseguía llenar un sábado por la noche con un recital de poesía. «Cuánto lo he soñado, cuánto lo he peleado, y lo hemos conseguido. Buenas noches Leganés», arrancaba Mario.
Con su rasgada voz que recuerda por momentos a Sabina fraseando sus poemas, se metía en el bolsillo al público que entraba al juego sin resistencia, acompañantes incluidos, viajando de poema a poema. Y es que, a ritmo de guitarra, piano y batería, hacía surfear por las emociones a todo el público. Desde la nostalgia hasta el amor, fraternal, de familia y de pareja, y la alegría, pasando por la indignación.
Los abuelos, eternos
El show en Leganés era especial. Y no solo porque es la primera vez que la banda suena en su propia ciudad, sino también por dos invitados que estaban sentados en la grada: los abuelos de Mario. «Es la primera vez que vienen a verme en directo. Yo creo que ni sabían lo que hacía cuando les decía que viajaba», anunciaba Mario dando el pistoletazo a un homenaje.
Homenaje a sus abuelos leyendo un poema mientras se sucedían fotos de sus seguidores con sus abuelos. Momento íntimo en el que se sentaba en el borde del escenario al lado de la bandera de Leganés. «Cuando algo me da miedo, solo quiero volver a ser el eterno nieto». «Sonriéndome con la mirada como solo la sonrisa de una abuela es capaz de hacerte alto, guapo, invencible», recitaba a ritmo de su banda.
Sus inicios en un parque de Leganés
La ilusión se podía ver en los ojos de todos los que estaban sobre el escenario. Con una bandera de Leganés a sus pies, reivindicaban sus orígenes, su pasado, sus inicios. Cinco jóvenes de Leganés que con un proyecto totalmente innovador que lleva la poesía a otro nivel, a uno en el que casi nadie había pensado y menos se había atrevido a hacer, añadiendo incluso un cuerpo de baile que sorprendió a todos los presentes.
Haciendo guiño a sus inicios, a lo largo del show aparecieron elementos que funcionaban como una máquina del tiempo. Sentados en un banco de un parque sobre el escenario, Mario y Xure recreaban sus primeras veces tocando juntos. Al rito del cajón, Mario recordaba cómo empezó. Y nada más arrancar el show, reivindicaba el camino que había recorrido.
«Poder llenar el teatro aquí es nuestro sueño«, reivindicaba Mario en nombre de toda su banda. «Que yo llene este teatro con poesía es un claro mensaje para el resto de gente que sueña con hacer lo mismo y piensa que no va a llegar nunca. Se puede».
Paula, apadrinada por la banda
Con apenas 26 años, Mario de las Sagras se ha convertido en un referente del talento joven y así lo quiso reivindicar en su primer show en Leganés. Y aprovechando un parón técnico, lanzó un guante a los políticos presentes: «Leganés está lleno de talento joven. Se que lo estáis haciendo pero necesitamos que lo hagáis más».
Y como no podía ser de otra forma, predicó con el ejemplo.
«Pensábamos llenar esto de famosos y luego pensé que me hubiera gustado que me dieran una oportunidad», reflexionaba Mario antes de presentar a Paula, una joven poeta de 15 años de Leganés que se subía por primera vez al escenario. Nerviosa pero arropada por toda la banda, la joven conseguía soltarse desde el primer minuto y recitar como quien tiene una experiencia de años. Solo un poema le bastó para remover, emocionar y levantar al público.
Y es que Leganés es talento. Talento de todas las edades.