Para las grandes marcas y compañías —sobre todo las tecnológicas—, el Black Friday es una época del año en la que las ventas se disparan. Descuentos y promociones que son impensables el resto del año, se abren camino en el Black Friday y marcan el inicio de las compras navideñas.
En España, la tradición llegó hace poco más de una década, primero con empresas tecnológicas y posteriormente con casi todos los sectores. Actualmente, las promociones del Black Friday no se limitan a un solo día: muchos comercios extienden las ofertas durante toda la semana, o incluso durante el mes de noviembre.
En ciudades como Leganés, estas promociones son ya una tradición tanto en grandes marcas como en pequeñas empresas. Pero, ¿cómo afecta realmente el Black Friday a los negocios locales? ¿Es una oportunidad rentable o un desafío?
Celebrar el Black Friday, ¿a qué precio?
En Leganés, sobre todo en sus calles más céntricas, abundan los pequeños negocios. Cafeterías, zapaterías, peluquerías, papelerías y librerías… Noviembre es un mes bajo en ventas para muchos sectores. Los consumidores están ahorrando para navidad, y las tiendas lo notan. Por ello, el Black Friday es para muchos negocios un pequeño impulso antes de la llegada de las compras navideñas. Sin embargo, no todas las empresas pueden sumarse al Black Friday de la misma manera.
Al no contar con el respaldo de una franquicia ni con la publicidad y el renombre de las grandes marcas, muchas pequeñas empresas de Leganés enfrentan dificultades para competir con los grandes descuentos. Es el caso de una joyería del centro de la ciudad que prefiere mantenerse en el anonimato. “Otros sectores pueden hacer descuentos de 40 o 50%, incluso en Aliexpress he visto ofertas de un 80% más barato”, confiesa un trabajador. Esto es algo que este negocio no puede permitirse. Aunque aseguran que sus promociones son similares a las de otras joyerías locales, en su caso muchos de los descuentos los asume directamente la tienda. Esto significa que las rebajas dejan márgenes de ganancia mínimos, con la esperanza de atraer clientes en un mes que, según explican, “ha estado bastante flojo. Se nota que la gente está esperando a que se acerquen las navidades para comprar”.
Descuentos que no se eligen
Otra de las realidades que se encuentran en Leganés es la de las franquicias, negocios que forman parte de una marca más grande y que tienen su hueco en nuestra ciudad. Para ellos, celebrar el Black Friday no es una decisión propia. Son las grandes empresas las que marcan los descuentos que deben aplicar en sus franquicias de Leganés. Es el caso de Tien21, desde donde Raúl comenta a este medio cómo el catálogo que ofrecen para este Black Friday —que mantienen durante todo el mes— viene marcado por la matriz. Al ser una tienda de electrodomésticos y productos de electrónica, los clientes suelen preguntar más por estas fechas si van a hacer alguna rebaja.
Raúl explica cómo hacen acuerdos con algunos de sus proveedores, lo que les permite ofrecer precios más bajos y, al mismo tiempo, mantener la rentabilidad de las ventas. Aunque asegura que no pueden hacer descuentos en todos los productos porque “no hay margen para sacar beneficio”, tiene claro que “merece la pena”. Además, se muestra orgulloso de confirmar que los clientes pueden notar una auténtica reducción de precios.
Algo parecido viven las librerías de la ciudad, que explican a Leganés Activo cómo las acciones para este día vienen marcadas por las editoriales. Los libros tienen un precio estipulado que las librerías no pueden bajar más de un 5%, por lo que, como aseguran desde Librería Dominó: “Muchas editoriales se suben a este tren y mandan libros ya rebajados para que los vendamos”. De esta manera, la tienda puede ofrecer rebajas en sus precios sin tener que exponerse a pérdidas.
Lo que para Tien21 y algunas librerías es una ventaja, para otros negocios de Leganés es una imposición incómoda. Desde una tienda de cosmética en el centro de la ciudad, que prefiere permanecer en el anonimato, su gerente explica cómo la franquicia les “aconseja” bajar los precios, pero no les facilita hacerlo. De hecho, es la tienda la que debe asumir las posibles pérdidas. No es un sector en el que el Black Friday esté muy extendido, y tampoco se sienten cómodos contando a este diario si son días que les benefician o les perjudican.
Ni todo el mes, ni todos los sectores
A pesar de que el Black Friday ha ganado mayor popularidad en los sectores tecnológicos, son muchos los negocios que se han unido con el paso de los años. En el sector del descanso lo tienen claro: el Black Friday les funciona. En Colchonería mis Dulces Sueños combinan los descuentos ofrecidos por sus proveedores con algunos ajustes de precios propios para ofrecer sus ofertas. Los empleados confirman que, efectivamente, “sí se nota” un aumento en las ventas durante esta época. Desde El Rey de las Camas coinciden en los descuentos y en el aumento de ventas. Además, destacan que es un sector diferente: mientras que en otros sectores las compras del Black Friday están orientadas a adelantar regalos de Navidad, en su caso, venden «productos que no se suelen regalar», por lo que el enfoque es distinto.
Por otro lado, hay muchos otros negocios de Leganés donde no pueden aprovecharse de estas fechas. Desde RG, una empresa de aluminio, PVC y cerrajería, explican: “Lo hemos hecho algún año, pero no ha surtido efecto”. Y es que los clientes que les contratan no esperan al Black Friday, sino que “hacen sus obras cuando las necesitan”. Es por ello por lo que no se suman a estos descuentos, al igual que no lo hacen desde Cocina y Baño Ana Hidalgo, donde coinciden en que “no es el tipo de producto” ni el sector idóneo para ello.
Aunque el Black Friday comenzó como un evento de solo un día, actualmente muchas empresas lo extienden durante todo el mes de noviembre. Sin embargo, esto no aplica a algunos comercios de la calle Juan Muñoz. Desde Passe Zapaterías y Zapaterías Eva Martín aseguran que en sus negocios el Black Friday se limita al último fin de semana del mes, del 29 de noviembre al 1 de diciembre. En Passe Zapaterías, los descuentos los asume directamente la tienda, por lo que se esfuerzan por alargar el periodo de rebajas sin que esto perjudique demasiado a la empresa. Ambos negocios han seguido esta estrategia en años anteriores y, aunque no pueden igualar los precios ni el volumen de ventas de las grandes marcas, afirman con orgullo que lo siguen haciendo porque les funciona.
En definitiva, aunque los negocios de Leganés no pueden igualar los grandes descuentos del Black Friday ni mantenerlos durante tanto tiempo, han sabido aprovechar esta oportunidad para atraer a los clientes y dar un impulso a sus ventas. Además, es fundamental recordar que apoyar el comercio local no solo beneficia a las pequeñas empresas, sino que también contribuye a que Leganés mantenga su vitalidad.