Isabel Díaz Ayuso ha visitado Leganés en un mitin con motivo de la aprobación inicial del presupuesto municipal. Arropando al alcalde de Leganés, Miguel Ángel Recuenco, la presidenta de la Comunidad de Madrid ha protagonizado una intervención poniendo en valor la «valentía» de haber presentado una cuestión de confianza.
Aunque lo que Ayuso no sabrá es que, entre los simpatizantes, sentados en las sillas instaladas en la Plaza España, había también «infiltrados». Tanto la Marea de Residencias como la Plataforma de Afectados por la Hipoteca han acudido para protestar ante la visita de la presidenta.
A su llegada a Plaza de España, se han podido ver algunos carteles de protesta contra Ayuso. En uno se podía leer «Ayuso Dimisión» y «7291«, en referencia a las víctimas fallecidas en las residencias durante la primera ola del COVID. Una situación que azotó especialmente a Leganés.
Protestas ahogadas y carteles bloqueados
Carteles que han sido retirados, de malas formas, por miembros del propio Partido Popular y por agentes de la Policía Nacional. En este vídeo captamos el momento en el que un simpatizante arranca de las manos de una activista el cartel que sostenía frente a Ayuso.
Aunque Ayuso seguramente no ha llegado a verlos. Igual que no habrá entendido los gritos de «No se iban a morir igual» que venían del otro lado de la plaza. Pero sí ha escuchado los silbidos y pitos que se colaban en el vídeo que ofrecía el PP en streaming en directo.

Todo ello, a pesar de los intentos de los manifestantes, los afiliados y simpatizantes han sido también más ruidosos que ellos al grito de «Presidenta». Aunque han aguantado todo el mitín gritando y cantando, los «populares» han impedido que sus protestas llegaran mucho más lejos.
Tensión en la protesta contra Ayuso en Leganés
Durante la hora que ha durado el mitin se han vivido algunos momentos de tensión. Tanto, que la Policía ha llegado a acompañar a manifestantes a una esquina de la Plaza España de Leganés para evitar que una discusión con simpatizantes fuera a mayores.
Cuando uno de los militantes ha empezado a grabar, un manifestante se ha revuelto, pero la cosa no ha ido a mayores. Los agentes de la policía les han separado para evitar que la tensión escalase. Así, la Policía ejercía de muro entre protestantes y militantes.
Pese a algunas provocaciones, las protestas han continuado hasta que ha caído el Sol. Es entonces cuando los manifestantes se han marchado de la Plaza, eso sí, siempre escoltados por la Policía.