El Ayuntamiento de Leganés sigue bajo el mando del Ejecutivo formado por PP y ULEG tras concluir sin cambios el plazo legal para presentar una moción de censura. Ningún grupo de la oposición ha formalizado una alternativa, lo que consolida la continuidad del gobierno actual y activa la aprobación automática del presupuesto municipal para 2025.
Esta posibilidad se abrió hace un mes, cuando el Pleno rechazó la cuestión de confianza presentada por el alcalde Miguel Ángel Recuenco (PP), vinculada directamente a la aprobación de las cuentas públicas. La ausencia de un acuerdo entre los partidos contrarios ha cerrado definitivamente la puerta a un cambio de gobierno, dando vía libre al presupuesto elaborado por el equipo de gobierno.
El camino a la aprobación del presupuesto de 2025
Las cuentas municipales, que superaron el trámite por inacción de la oposición, iniciarán ahora su recorrido administrativo: serán publicadas de forma inicial en el Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid y, tras un periodo de exposición pública de 15 días, quedarán aprobadas de forma definitiva si no hay alegaciones sustanciales.
Entre las partidas más destacadas se encuentran la puesta en marcha de un nuevo contrato de limpieza urbana —que contempla un incremento salarial para los trabajadores—, la continuidad del centro municipal de atención a mujeres víctimas de violencia de género y sus hijos, y el desarrollo del complejo deportivo y acuático Solagua. También se incluyen actuaciones en infraestructuras, conservación y mantenimiento de la ciudad.
Negociaciones del remanente de tesorería
Además de estas inversiones, el Ejecutivo municipal se encuentra inmerso en negociaciones para aplicar más de 80 millones de euros procedentes del remanente de tesorería, acumulado de presupuestos anteriores. Esta operación requiere el respaldo del Pleno y podría suponer una importante inyección económica adicional para distintos proyectos en el municipio.
Con este escenario, el gobierno local afianza su posición institucional y se prepara para ejecutar un presupuesto clave de cara a la segunda mitad del mandato.