La paciencia de Leganés Norte se agota. La zona, históricamente olvidada por los diferentes gobiernos municipales, pide soluciones reales, estructurales y duraderas. “Leganés Norte no necesita parches, necesita un rescate”, afirman desde el colectivo vecinal ‘Juntos x Leganés Norte’.
El barrio arrastra una lista de problemas urbanos y sociales. Desde aceras destrozadas hasta plazas convertidas en desiertos de hormigón, pasando por un centro cívico que lleva 18 años abandonado. Y lo más preocupante, según denuncian sus vecinos, es la sensación de que nada cambia, pese a los anuncios institucionales.
Una historia de promesas incumplidas
Desde su creación, Leganés Norte ha sido objeto de múltiples promesas de regeneración urbana. Cada legislatura trae consigo nuevos anuncios y planes que, en la práctica, se quedan a medias o directamente se olvidan. El ejemplo más claro: el centro cívico, iniciado hace casi dos décadas y cuyo esqueleto sigue en pie como símbolo del abandono.
En 2023, el Ayuntamiento presentó un plan de reforma integral que incluía la mejora de aceras, la instalación de barandillas y nueva iluminación. Sin embargo, un año después, la situación sigue siendo la misma: un compromiso que está más cerca de quedarse pendiente que de aprobarse.
De las buenas intenciones a la falta de concreción
La mejora del entorno se ha diluido en actuaciones puntuales y sin consenso político. Una situación que harta a los vecinos quienes acusan a la Asociación de Vecinos de no presionar suficiente para conseguir resultados para el barrio.
Por ello, un grupo de vecinos más críticos se han unido bajo el nombre ‘Juntos X Leganés Norte’: “Son buenas intenciones, pero siempre nos ha llegado y no se ha cumplido. Todo depende de que se apruebe en el Pleno y, a día de hoy, no hay información de acuerdo con ningún partido para que se apruebe”, afirman.
“No vemos que la Asociación de Vecinos esté activamente denunciando lo que ocurre”, critican estos vecinos. Una acusación que desde la entidad vecinal responden: «Tenemos contacto directo con los concejales, somos vecinas del barrio y reclamamos todos los días todo lo que vemos y nos envían. Claro que trabajamos», señalan a Leganés Activo. Pero hacen una gran autocrítica: «Tal vez nuestro problema es que no comunicamos lo que hacemos». Esto hace que los vecinos no vean el trabajo de la entidad, criticando el silencio.
Críticas a la pasividad y al silencio vecinal
Las críticas han creado un choque frontal entre la asociación y estos vecinos. «Desde que tenemos el local han ido a cuchillo a por nosotros», denuncian desde AV Leganés Norte. Recientemente, ha ido a más. Tanto es así que en las propias redes sociales la Asociación de Vecinos de Leganés ha tenido un enfrentamiento directo, acusándolos de no representar al barrio: «¿Suplantación de identidad o sois asociación como tal?». Una pregunta que ha sentado muy mal a los propios vecinos.
A pesar de estas críticas, desde la Asociación de Vecinos llaman a todos a acudir a su local e integrarse en la entidad vecinal. «Nunca han querido venir y se les ha invitado», recalcan. Por su parte, ‘Juntos x Leganés Norte’ reconocen que no se sienten representados y que han podido mantener reuniones con el gobierno local, por su cuenta.
Además, sobre si constituirse ellos mismos como asociación, Juntos X Leganés Norte lo descartan por ahora: “El tema se ha tocado, pero no queremos que nos afecten los problemas que conlleva… Si en algún momento entendemos que es necesario, lo plantearemos”.
Reivindicaciones claras y asumibles
Las demandas de los vecinos no son faraónicas, sino básicas: mejorar los jardines, rehabilitar plazas como la del Laberinto y la del Agua eliminando parte del hormigón y creando zonas verdes, reparar aceras, desbrozarlas y adoquinarlas, mejorar la limpieza y la recogida de basuras.
Y todas ellas coinciden con las que reclama la Asociación de Vecinos: «Pedimos al Gobierno que tenga sentido común: que vayan cambiando las aceras en los lugares donde van parcheando, que actúen contra las ratas, que instalen las vallas de seguridad para los peatones en los cruces o un semáforo para poder cruzar Ronda Norte, que mejoren las plazas, entre otras muchas cosas»
“Es un barrio, para mí inacabado: faltan aceras adoquinadas, dotación de seguridad como vallas en los cruces, zonas ajardinadas cuidadas, faltan árboles que den sombra en verano y sobran los tristes cipreses donde anidan las ratas. La limpieza deja que desear… en resumen, es un barrio abandonado antes de haber sido terminado.”
Carmen, vecina de Leganés Norte
A ello suman una vieja exigencia: terminar de una vez por todas el centro cívico paralizado desde hace casi 20 años. Una promesa a la que el Gobierno se ha comprometido con la Federación Local de Asociación de Vecinos, pero que también depende del Pleno.
También reclaman medidas efectivas para frenar los ruidos nocturnos, especialmente en zonas donde jóvenes se congregan hasta altas horas. Esto ocurre en la pista de la Plaza de los Juegos, donde los ruidos nocturnos se han convertido en una tortura para muchos residentes. ‘Juntos x Leganés Norte’ solicitó hace unos días al Gobierno local el cierre nocturno de esta instalación, pero no solo no se ha atendido la petición, sino que este mismo fin de semana se ha celebrado allí un torneo de fútbol, reavivando el malestar vecinal.
“En verano, el problema de ruidos durante la noche impide el descanso. En concreto, los vecinos que vivimos cerca de la Plaza del Juego tenemos que aguantar todas las noches a grupos de chavales dando balonazos y gritos en la cancha. El Ayuntamiento debiera cerrarla, igual que se cierran otros parques en Leganés. Es insoportable hasta altas horas de la madrugada, lo que es desesperante si tienes que levantarte a las 6 de la mañana para ir a trabajar.”
Carmen, vecina de Leganés Norte
Una herida abierta en el urbanismo de Leganés
Lo cierto es que, dejando a un lado los conflictos, las calles hablan: aceras rotas, plazas vacías, hierbas sin desbrozar y un esqueleto de cemento que recuerda cada día que la regeneración no llega. Para los vecinos, esto no es solo una cuestión estética o de comodidad, sino de dignidad.
La dejadez ha generado un sentimiento de abandono que se transforma en desconfianza hacia cualquier anuncio municipal. La ciudadanía reclama participación real, planificación con plazos y, sobre todo, voluntad política.
¿Rescate o abandono definitivo?
El rescate de Leganés Norte no es solo una reivindicación justa, sino una oportunidad para transformar un barrio clave de la ciudad. Pero si no se acompaña de hechos, el deterioro seguirá avanzando.
Tanto la Asociación de Vecinos como ‘Juntos x Leganés Norte’ lo tienen claro: no se conformarán con un lavado de cara. “Nos han enseñado que sin presión no hay avances”, concluyen.