El Club Petanca Leganés está en una situación crítica tras más de una década de parálisis. Con más de 120 socios y compitiendo en la máxima categoría, continúan sin tener una sede para el club así como pistas homologadas. Desde 2014 reclaman al Ayuntamiento de Leganés una sede junto a los terrenos de juego, ofreciendo incluso sufragar los gastos de su bolsillo, pero no han obtenido respuesta de ningún partido.
Una sede es más que cuatro paredes. Un lugar donde poder guardar el material, donde informar a los interesados en practicar este deporte o donde poder realizar reuniones y trámites administrativos necesarios. Pero el Club Petanca Leganés no dispone de ello. Por ello llevan más de una década reclamando al Ayuntamiento de Leganés.
El contraste con municipios del sur de Madrid es evidente: en Getafe y Fuenlabrada cuentan con sedes propias —incluso con pistas cubiertas—, y en Parla disponen de un bar que financia el propio club. “Tenemos envidia sana: en Leganés no nos permiten crecer”, añade.
Silencio en la Concejalía de Deportes
Hace más de un año, se reunió con Clara Polonio (PP), concejala de Deportes, quien prometió estudiar el caso. Según el presidente, “mostró buena predisposición, pero me acusó de ser negativos. ¿Cómo no lo voy a ser? Llevo 35 años al frente del club y aún no he visto un proyecto concreto”.
“Les presentamos planos para ubicar la sede detrás del polideportivo”, explica el presidente del club, Julián Villar. El club propuso la instalación de un contenedor prefabricado para que haga las veces de sede en dos ubicaciones diferentes. Solo necesitan la acometida de agua, saneamiento y luz; el contenedor y su instalación correrían por cuenta del Club. El dossier presentado, con la historia y necesidades del club, permanece sin contestación oficial.
Más de cien trofeos sin vitrina
Hasta ahora, el material –bolas, cuerdas, marcadores, equipación y ordenadores– permanece almacenado en casa del propio presidente. Curioso es el caso de los más de un centenar de trofeos que el club ha ganado a lo largo de sus décadas de historia. «Como no tenemos sede, están en una vitrina donde entrena el Club Esgrima Leganés. No tiene sentido que estén ahí pero no podemos llevarlos a ningún lado. Estamos a expensas de que quieran mantenerlos ahí», explica Villar.

Imposibilidad de organizar torneos
Y es que, a nivel deportivo, el Club Petanca Leganés cuenta con una larga trayectoria y muy buena reputación. Pero a nivel administrativo no pueden demostrarlo. A pesar de competir en la División de Honor, la máxima categoría nacional, no puede celebrar ni un torneo regional.
“Para un campeonato hacen falta 16 pistas consecutivas, pero aquí no tenemos espacio habilitado. Tenemos que crear estas pistas con cuerda expresamente para el torneo y, o montarlas cada día o confiar en que nadie se las lleve”, lamenta su presidente. Eso sí, deja claro que el problema no son pistas de entrenamiento, algo que «hay en todos los barrios», sino pistas homologadas, materiales y, sobre todo, una sede donde guardarlo todo.
Al borde de la disolución
El Club insiste en romper la “leyenda urbana” de que la petanca es solo para mayores y reivindica su aspiración a convertirse en deporte olímpico. Hoy suma 127 socios procedentes de Leganés, Alcorcón, Getafe y Alcobendas y un gran nivel. Un deporte de todo tipo de personas que mantiene el nombre de la ciudad en el podio pero que recibe el silencio como respuesta a sus logros deportivos. Un optimismo choca con la falta de soluciones: “Si no conseguimos un local, no podremos crecer y llegará un momento en que disolveré el club”, advierte.