La Atención Primaria vuelve a ser la gran perjudicada en los Presupuestos de Sanidad de la Comunidad de Madrid para 2026. Así lo denuncia el Sindicato de Médicos y Facultativos de Madrid (SIME), integrado en CSIT Unión Profesional, que alerta de que las cuentas autonómicas mantienen la infrafinanciación estructural de los centros de salud y sitúan, una vez más, a Madrid a la cola del conjunto de comunidades autónomas en inversión en este nivel asistencial clave.
Aunque el presupuesto sanitario global aumenta un 5,24 %, la Atención Primaria solo recibirá el 11,42 % del gasto total, muy lejos del 25 % que recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS) como estándar mínimo. En términos de economía regional, la inversión equivale a apenas el 0,4 % del PIB madrileño, cuando debería alcanzar al menos el 1 %, lo que exigiría una inyección extra de 1.750 millones de euros.
Más dinero sobre el papel, menos recursos reales
Desde SIME denuncian que el incremento del 10,4 % anunciado para Atención Primaria no supondrá ninguna mejora tangible para los centros de salud. La razón es que esa partida incorpora no solo el gasto en recursos asistenciales, sino también el gasto farmacéutico en recetas, muchas de ellas procedentes de hospitales y otros dispositivos del SERMAS.
De este modo, la mayor parte del aumento se destina a cubrir la subida del gasto en medicamentos, mientras que menos del 3 % se dirige a reforzar las necesidades reales de la Atención Primaria: personal, equipamientos, materiales o mejora de infraestructuras. Teniendo en cuenta además la inflación, el sindicato afirma que en 2026 los centros de salud dispondrán de menos recursos efectivos que en 2025.
Plantillas congeladas y ratios al límite
La consecuencia directa es un problema que se arrastra desde hace años: la falta de profesionales. SIME advierte de que en 2025 no hubo incrementos relevantes de plantilla y que el escaso refuerzo previsto para 2026 no permitirá revertir la situación.
Actualmente, cada médico de familia atiende entre 1.500 y 1.800 pacientes, cuando lo recomendable se sitúa entre 1.200 y 1.400. En el caso de Enfermería, la situación es aún más grave: alrededor de 2.000 tarjetas sanitarias por profesional, la cifra más alta de toda España.
Más mayores, más demanda y menos recursos
La presión asistencial va a seguir creciendo. Según las previsiones del Instituto Nacional de Estadística (INE), la población mayor de 65 años aumentará un 15 % entre 2025 y 2030, con el consiguiente incremento de pacientes crónicos y necesidades de atención continuada.
No reforzar la Atención Primaria —alerta SIME— no solo deteriora la atención diaria, sino que provoca un efecto dominó en todo el sistema sanitario, obligando a atender en hospitales patologías que podrían resolverse eficazmente en centros de salud, con un coste mucho mayor.
Críticas por incumplir principios básicos del sistema público
El sindicato sostiene que estos presupuestos ponen en riesgo la universalidad, la equidad y la sostenibilidad del sistema sanitario madrileño, al relegar el primer nivel asistencial a un papel secundario pese a ser la puerta de entrada del 80 % de las consultas sanitarias.
Las exigencias de los médicos
Ante este escenario, SIME y CSIT Unión Profesional reclaman a la Consejería de Sanidad:
- Aumentar de inmediato la inversión en Atención Primaria al menos un 30 % adicional, para converger con la media nacional.
- Establecer una senda presupuestaria estable que eleve la financiación de la AP hasta el 1 % del PIB madrileño.
- Impulsar un plan urgente de refuerzo de plantillas y reorganización de agendas que reduzca las ratios de pacientes por profesional.
“Una grave irresponsabilidad política”
El sindicato concluye de forma contundente: aprobar presupuestos que siguen relegando la Atención Primaria es una “grave irresponsabilidad política” y exige al Gobierno regional que rectifique antes de aprobar definitivamente las cuentas de 2026, advirtiendo de que mantener esta situación acercaría al sistema sanitario público madrileño a un punto crítico de colapso asistencial.
