Desde este 20 de agosto se han añadido en la región restricciones como las que afectan al ocio nocturno, a fumar en la calle o a las reuniones de personas. Un juez ha anulado la orden en una sentencia que puede ser recurrida.
El ocio nocturno, la hostelería, los centros sociosanitarios y las reuniones sociales se han convertido en la mayor preocupación del Gobierno regional para atajar la nueva propagación del COVID-19. Tras acordarse en el Consejo Interterritorial de la semana pasada un nuevo lote de medidas de manera unánime, la Comunidad de Madrid ha modificado su Boletín Oficial (BOCM) a tiempo para que las nuevas restricciones se hagan efectivas desde este 20 de agosto.
El nuevo método de actuación se basa en el cambio de tendencia que está manifestándose en cuanto al nuevo prototipo de infectados en verano. La Comunidad recalca un «predominio de casos en jóvenes y contagios asociados a celebraciones», por lo que los matices en las legislaciones anticovid ya presentes van encaminados a frenar la transmisión en estos escenarios. Se acabó el ocio nocturno, el fumar sin distancia de seguridad y las reuniones con más de diez personas, entre otras cosas, hasta nueva orden.
Actualización: Un juez ha anulado la nueva orden de la Comunidad de Madrid. Alega que «los derechos fundamentales no son ilimitados, pueden modularse cumpliendo los requisitos legales para ello y, aunque puedan justificarse determinadas decisiones desde el prisma de criterios no jurídicos (…) no podrían ser limitados por medio de una disposición administrativa como es la de la Consejería de Sanidad». La sentencia puede ser recurrida.
Al completo, la normativa que ya ha entrado en vigor recoge los siguientes puntos:
- Todos los mayores de seis años están obligados al uso de mascarillas en la vía pública, en espacios al aire libre y en cualquier espacio cerrado de uso público o que se encuentre abierto al público, independientemente de la distancia interpersonal existente.
- La obligación de la mascarilla se extiende en medios de transporte aéreo, autobús o ferrocarril, así como en los transportes públicos y privados complementarios de viajeros, incluido el conductor, si los ocupantes de los vehículos no conviven en el mismo domicilio.
- No está permitido el consumo de alimentos en el transporte público, en autobús o ferrocarril para que los usuarios mantengan la mascarilla en todo momento.
- Se limitan las reuniones entre personas no convivientes a un máximo de diez personas.
- No se podrá fumar en la vía pública o en espacios al aire libre, incluidas las terrazas de los establecimientos de hostelería, cuando no se pueda respetar la distancia mínima interpersonal de, al menos, dos metros.
- Los negocios de hostelería y restauración deberán cerrar a la 1:00 de la madrugada como muy tarde y no podrán recibir nuevos clientes a partir de las 00:00.
- Los salones de banquetes deberán solicitar los datos de todos sus asistentes por si fuera necesario rastrear un brote.
- Los locales de ocio nocturno tendrán prohibido abrir hasta el fin de esta normativa.
- Los centros sociosanitarios restringen sus visitas a un máximo de una persona por residente y por un máximo de una hora diaria.
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A su vez, la Consejería de Sanidad ha detallado las excepciones para el uso de mascarilla. En todos estos casos podrá hacerse un alto en la ley siempre y cuando se pueda guardar una distancia de seguridad de al menos 1,5 metros:
- No será exigible en el momento de realizar actividad deportiva al aire libre.
- En los espacios de la naturaleza o al aire libre fuera de núcleos de población.
- En las piscinas durante el baño y mientras se permanezca en un espacio determinado, sin desplazarse.
- En los centros de trabajo exclusivamente cuando los trabajadores permanezcan sentados en su puesto de trabajo.
- Durante las intervenciones de las partes en toda clase de procesos judiciales.
- Los centros sociosanitarios podrán levantar la restricción de las visitas en los casos de las personas que se encuentren en el tramo final de vida.
Por último, la Comunidad también ha reflejado que las administraciones públicas competentes reforzarán los controles y la vigilancia frente a los botellones. En este mismo sentido se dirigió el Gobierno de Díaz Ayuso a todos los ayuntamientos madrileños, insistiendo también al Delegado del Gobierno en Madrid, José Manuel Franco, en la necesidad de sumar más efectivos en los cuerpos de seguridad para hacer velar por la normativa. La región añade nuevas protecciones para mitigar los efectos de una segunda ola de contagios.