El nuevo secretario general del PSOE de Leganés, Rafael L. Pérez, se ha presentado ante la prensa. Consciente de que es un «perfecto desconocido» para el público en general al no haber estado nunca en primera línea, ha querido darse a conocer apenas dos semanas después de haber sido nombrado por el partido local.
Licenciado en Historia Moderna y Contemporánea, siempre ha estado ligado a la docencia, fue profesor del IES José de Churriguera desde 1992 hasta su jubilación en 2020. Una labor profesional que compaginaba con su militancia en el PSOE desde 1997. En este periodo ha ocupado varios cargos orgánicos llegando a ser Director General en el Ayuntamiento de Leganés en dos ocasiones.
Ahora, el apoyo de sus compañeros del PSOE de Leganés le ha hecho dar el paso para asumir la secretaría general. «Pensaban que sería un perfil que podría aglutinar todas las sensibilidades», señala, algo que finalmente se ha puesto de manifiesto.
Una oposición vigilante
En cuanto al papel que hará el PSOE de Leganés a partir de ahora, Pérez ha dejado claro que «el PSOE no puede definirse solo por decir lo contrario de quien gobierna». En este sentido, deja la puerta abierta a las negociaciones con el Gobierno local (PP y ULEG): «Podremos llegar a acuerdos», sentencia. «No diremos que no a todo» porque eso, en su opinión, es una «oposición inútil».
No obstante, deja claro que «seremos una oposición vigilante e inflexible», pero también «propositiva y dialogante». Esto último no solo con el Gobierno sino también con la ciudadanía. Y es que ha reconocido que «en ocho años de Gobierno, no solo nosotros sino cualquiera, tiende a distanciarse de la ciudadanía». Por eso ahora quieren tender puentes y «escuchar lo que tienen que decir» los vecinos.
En cuanto a la valoración de la etapa anterior, Pérez, vestido con una camisa azul en un guiño al Día Mundial del Autismo, ha asegurado que las elecciones dejaron claro que «el balance de la ciudadanía es mayoritariamente negativo». Al respecto de su opinión, ha mantenido que en ocho años «seguro que hubo grandes aciertos, pero también errores y cosas que no supimos explicar».
Unidad interna y estabilidad
Consciente de la situación del partido, ha presentado su mandato como una «etapa de unidad» interna. «Esta nueva ejecutiva incluye todas las sensibilidades» del PSOE, algo que, sostiene, «no siempre ha pasado». Y es que ha dejado claro que su proyecto «es colectivo» aglutinando a todas las corrientes.
Preguntado por la continuidad de su mandato, Pérez ha dejado claro que piensa en un futuro cercano. Así, ha recordado que, de cara a las elecciones de 2027, donde el PSOE aspira a «volver a gobernar», «habrá que elegir a una nueva ejecutiva» en la que desconoce si podría estar como candidato: «En tres años no sé qué pasará».