El Proyecto del Defensor del Menor de Leganés ha presentado su informe anual sobre la situación de los menores en la ciudad. El informe se pone de manifiesto las consecuencias que la crisis económica y el aumento del paro en el sector más mayor de la población está teniendo en los más pequeños.
“La mirada de un país es el trato que se la da a la infancia”, con estas palabras comenzó la presentación del informe el pasado martes 26.
Según los datos manejados por el estudio, 10.532 menores de 16 años se encuentran en riesgo de exclusión en nuestra ciudad mientras más de 7.000 menores han atravesado ya el umbral de carencia extrema, lo que significa dificultad en el acceso a los servicios básicos como la comida, el agua o la calefacción.
Esta situación interfiere en muchas ocasiones en su rendimiento escolar debido a que, durante las clases, los menores no pueden concentrarse o, por falta de recursos, no pueden contratar las actividades extraescolares presentadas, tardan en conseguir los libros o no acceden a clases de refuerzo.
«Todos estos problemas no son entendidos ni asumidos en la escuela y pasan a ser un tabú«, explica María, miembro del proyecto durante la presentación del informe, en la que estaban presentes representantes de todos los partidos, a excepción del Partido Popular de Leganés.
Situación de los menores inmigrantes
En esta ocasión, el organismo ha querido poner el foco en la situación vivida por los menores inmigrantes de primera y segunda generación, sobre todo, aquellos cuyo origen es marroquí o rifeño (del valle del Rif). En ambos casos, los adolescentes han denunciado una profunda situación de racismo, siendo éste su principal problema, por encima del frío en la vivienda y la falta de recursos económicos.
«Durante la elaboración de este informe también nos han hablado de las mafias que controlan los pisos okupados en Leganés«, explica María, quien añade que en muchas ocasiones deben convivir varias familias en un mismo piso al no poder hacer frente a los pagos y, al no tener contrato laboral no pueden tener un contrato de arrendamiento. «El casero lo sabe y se aprovecha abusando de los inquilinos: si algo se estropea (luz, gas, calefacción…) no se arregla«.
Para atajar esta situación, como viene siendo habitual, el Proyecto del Defensor del Menor ha desarrollado una serie de medidas entre las que destacan la visibilización, comprensión y la denuncia. “Muchos casos no se producirían si los testigos nos plantásemos y no permitiésemos ciertas actitudes”, aseguró María, miembro del proyecto durante la presentación del informe el pasado martes 26.
Retrato robot de la pobreza
A la presentación también acudió Andrés Aganzo, quien realizó un retrato robot de aquellos hogares con menos recursos de Leganés: familias monoparentales encabezadas por una mujer mayor de 45 años, con estudios inferiores a la ESO y, en su mayoría, inmigrantes. En estos casos, las ayudas recibidas no son suficientes o, directamente, ya no pueden optar a ellas.
Y es que, de los casi 15.500 parados en Leganés, la mitad no reciben ningún tipo de ingresos y sólo una sexta parte (2.581 personas) reciben pensiones contributivas, lo que se conoce popularmente como ‘el paro acumulado’. El resto, cobran subvenciones que, normalmente, oscilan en torno a los 400€, lo mismo que el pago del alquiler de un piso.
Con la Orquesta Juvenil
Tras la presentación, la Orquesta Juvenil de la Escuela de Música Manuel Rodríguez-Sales ha dado un concierto no sin antes dedicar unas palabras a la causa. “Nosotros conocemos los casos por la televisión, cuando ya es demasiado tarde, pero sabemos que existen por nuestro círculo de amigos. Queremos solidarizarnos con aquellos que lo padecen y decirles que en la música pueden encontrar consuelo”.