Las redes sociales han dejado de ser solo escaparates de momentos personales. Hoy en día, no solo se comparten imágenes de vacaciones o reuniones con amigos, sino que estas plataformas se han transformado en un enorme repositorio de contenido de todo tipo. Recomendaciones de libros y películas, recetas, manualidades, ideas para regalar… todo cabe y todo puede viralizarse.
En los últimos años, el contenido sobre salud mental ha experimentado un gran auge. Y aunque gran parte de estos vídeos resultan inofensivos, hay un fenómeno que preocupa cada vez más a los expertos: el autodiagnóstico en salud mental. Plataformas como TikTok se han llenado de vídeos breves —muchos de ellos creados por personas sin formación profesional en salud— que explican trastornos como la ansiedad, la depresión o el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH). A menudo, los usuarios consumen este tipo de contenido y, basándose únicamente en clips de menos de un minuto, creen haber encontrado una explicación a lo que sienten sin haber consultado con un profesional.
Los psicólogos de Leganés alertan sobre TikTok
Este fenómeno ya se observa en las consultas de psicología de Leganés. Alejandro Montero Belandrino, psicólogo sanitario en el municipio y divulgador en redes sociales como @monteropsicologo lo confirma: ya recibe en su consulta a pacientes que acuden por influencia de TikTok. Montero señala que son especialmente las generaciones más jóvenes —en particular la generación Z— las que llegan a terapia motivadas por lo que ven en redes sociales. Algunos de sus pacientes le han confesado que dieron el primer paso hacia la atención psicológica tras ver un vídeo en internet, a partir del cual se autodiagnosticaron TDAH, apego ansioso…
Nazaret Iglesias García, psicóloga en Leganés y directora de Dana Centro de Psicología, expresa su preocupación sobre este tipo de contenidos, pues, aunque a veces parten de buenas intenciones, pueden inducir a errores importantes. “No es raro que síntomas generales, como fatiga, ansiedad o falta de concentración, se asocien rápidamente con diagnósticos complejos como TDAH, ansiedad generalizada o incluso trastornos de la personalidad. El problema es que, fuera del contexto clínico, estos síntomas pueden tener muchas causas, y llegar a una conclusión sin una evaluación adecuada puede aumentar la angustia, generar confusión o incluso reforzar comportamientos desadaptativos”, explica.
El efecto placebo o efecto horóscopo
“11 señales de que eres autista y no lo sabes”, “5 tips para saber si tienes TDAH”... Estos son solo algunos ejemplos de títulos de vídeos virales diseñados para atraer visitas y generar identificación inmediata. Su objetivo es claro: captar la atención del mayor número posible de usuarios haciendo que se vean reflejados en descripciones amplias y generalizadas. Patricia Mateo, directora del gabinete de Mentiende psicología en Leganés, recalca la “simplificación” que caracteriza a este tipo de vídeos, que “tienden a resumir mucho lo que realmente hay que tener en cuenta para sacar una conclusión tan importante como si una persona padece un problema de salud mental o no”. Estos vídeos, según la psicóloga, pueden generar una sensación de alarma en personas que realmente no padecen estas afecciones. Pueden sentir familiares algunos de los síntomas, pero no tienen por qué cumplir todos los requisitos para ser diagnosticados.
La sencillez y generalidad de muchos de estos vídeos facilita que cualquiera pueda sentirse identificado. Los expertos advierten sobre lo que llaman el “efecto placebo” o “efecto horóscopo”: descripciones tan amplias y vagas que resultan aplicables a casi cualquier persona. Se mencionan síntomas comunes —como la falta de concentración o el cansancio— que todos hemos experimentado, pero que no necesariamente indican la presencia de un trastorno mental.
Peligros del autodiagnóstico en salud mental
El deseo de comprendernos mejor a nosotros mismos no es algo nuevo, y quizá por eso los vídeos que prometen explicarnos nuestro comportamiento o ayudarnos a entender cómo nos sentimos tienen tanto alcance. “Lo que se busca son explicaciones. Mucha gente con perfiles rumiativos, que le dan muchas vueltas a las cosas, encuentra refugio y comprensión en las etiquetas que les dan estos vídeos”, explica Alejandro Montero.
Otro de los inconvenientes que encuentra Nazaret Iglesias García en el autodiagnóstico en salud mental es la menor probabilidad de acudir a terapia: “Cuando una persona cree que ya tiene un diagnóstico, es menos probable que busque ayuda profesional, lo que puede retrasar un tratamiento adecuado o, en el peor de los casos, llevar a la automedicación”.
Influencers de psicología pero sin formación
Uno de los inconvenientes que encuentran los expertos en el contenido que se viraliza sobre salud mental son sus creadores. En muchas ocasiones las personas que están detrás de estos vídeos no son profesionales de la salud, y sus argumentos o explicaciones no tienen ninguna base científica.
Montero recomienda comprobar que estemos escuchando a psicólogos/as o psiquiatras, y estar “alerta” ante los coach. Patricia Mateo coincide, y recalca que “las redes sociales no son el problema, lo son las personas que buscan visibilidad sin prestar importancia al criterio profesional y personalizado”.
Desaprender lo aprendido
Por otro lado, uno de los inconvenientes que pueden sufrir los pacientes que tras autodiagnosticarse acuden a terapia, es tener que “desaprender lo aprendido”. Montero explica que el camino a seguir con una persona que llega a consulta estando seguro de su diagnóstico (que puede ser erróneo), pasa primero por “desaprender lo aprendido y luego trabajar”, lo cual “complica bastante el trabajo” que tiene que realizar el paciente.
La psicóloga general sanitaria y divulgadora en redes sociales Joanna Cortés Saura pone un ejemplo: La dificultad para organizarse o la tendencia a dejar cosas a medias “también son aspectos comunes en trastornos del estado del ánimo como la depresión o la ansiedad”. “Alguien que esté pasando por un episodio de ansiedad o depresión podría ver esos síntomas en un video y llegar a la conclusión errónea de que tiene TDAH, reduciendo todo a ese diagnóstico sin considerar otras posibles causas”.
Internet como punto de partida, no como solución
En definitiva, la recomendación de todos y todas las expertas es siempre acudir a fuentes fiables, y en caso necesario acudir a terapia. “Ir a consulta no quiere decir que vayas a tener que estar yendo de por vida. Hay muchas veces que en pocas sesiones podemos cerrar la problemática. No todo tiene que ser algo grave”, anima Montero. A pesar de que este psicólogo no comparte el pensamiento de que “todo el mundo debe ir a terapia”, recomienda “ante la duda, ir al psicólogo”, ya que van a ser los propios profesionales los que nos orienten.
Para Nazaret Iglesias García también es fundamental “fomentar el pensamiento crítico ante este tipo de contenidos. Informarse está bien, pero diagnosticar y tratar es tarea de profesionales capacitados”. “Mi recomendación es que si algo de lo que ves en redes sociales te identifica, úsalo como una señal para buscar ayuda, no como un diagnóstico final. La salud mental es compleja y merece ser atendida con seriedad, acompañamiento y herramientas basadas en la evidencia científica. Internet puede ser un buen punto de partida, pero no es la solución”.
A pesar de los peligros e inconvenientes que señalan estos psicólogos y psicólogas de Leganés, está claro que la viralización de contenido sobre salud mental tiene como parte positiva la visibilización. Las redes sociales pueden ayudar a visibilizar problemas mentales, a normalizar el acudir a terapia y que deje de ser un tema tabú o estigmatizado.
Patricia Mateo está segura de que a través de las redes sociales se está ayudando a que seamos una sociedad cada vez con más conciencia de la importancia de la salud mental y de la terapia. Como “solución” a la fina línea que hay entre la visibilización y el causar alarma social, propone que al final de los vídeos se añada una advertencia, igual que se hace con los anuncios de medicamentos: “Consulte con un profesional antes de tomar medidas o sacar conclusiones”.