Los vientos de tormenta volvieron a sorprender a Leganés durante la tarde y noche de este viernes 19 de septiembre. No fueron rachas especialmente fuertes, pero sí repentinas, suficientes para provocar nuevos incidentes con la arboleda de la ciudad. Una situación que, de nuevo, despierta la preocupación vecinal sobre el estado de los árboles en las calles del municipio.
Un ciprés de más de cinco metros cayó en la avenida Rey Juan Carlos
El primer episodio se registró en la avenida Rey Juan Carlos, donde un ciprés de más de cinco metros se partió de raíz. Pese a la aparatosidad de la caída, el tronco terminó apoyado en la terraza de un edificio y no en la acera, donde en ese momento paseaban varios vecinos. El suceso podría haber tenido consecuencias graves.

Los bomberos de Leganés se desplazaron con rapidez, aseguraron la zona y retiraron la parte del árbol que había quedado encajada en el balcón, cortando el paso a los peatones mientras se completaba la operación.
Otro árbol cayó en Leganés Norte frente a una tienda
La segunda incidencia tuvo lugar en Leganés Norte, donde un árbol de unos dos metros acabó partido sobre la acera, justo delante de una tienda de frutos secos. En este caso, el impacto fue menor, ya que el tronco chocó contra otro árbol próximo y no bloqueó el paso. Afortunadamente, tampoco hubo heridos.
Un problema que va más allá del viento
Lo ocurrido evidencia que no hace falta un temporal severo para que la arboleda de Leganés sufra desprendimientos. El simple impacto de unas rachas repentinas vuelve a reabrir el debate sobre la fragilidad del arbolado urbano y el grado de cumplimiento del plan de arbolado municipal.
Desde la oposición se reclama un estudio riguroso del estado de los árboles, no solo por su edad o debilidad estructural, sino también por plagas como la galeruca. El Gobierno local (PP y ULEG) defiende, en cambio, que su gestión está siendo eficaz, aunque los incidentes continúan alimentando la crítica ciudadana.





