Hemos tenido el placer de hablar con los cinco integrantes del grupo de Leganés Palabras Necias. Cinco amigos, cinco vecinos «del barrio», cinco leganenses apasionados por la música que se han convertido en un ejemplo viviente de como, con pocos medios, el tiempo justo y mucha ilusión se puede llegar a alcanzar la meta que te propongas.
Palabras Necias son: Jesús Casañas ‘Ketchup’: guitarra y voz; Sergio Sánchez ‘Turrón’: guitarra y voz; Iván López ‘Zipo’: guitarra y coros; Víctor Marina ‘Peluca’: bajo; y Juanjo Sanz ‘Sonson’: batería y percusión.
P: En el disco ‘Nunca nadie hizo tan poco en tanto tiempo‘ se puede ver que cada canción es de un estilo diferente, ¿es esta la base de Palabras Necias?
S.S.: A nivel musical cada uno tiene sus gustos musicales, cada uno peca más de un estilo de música pero nos compenetramos bien. Yo cuando compongo no estoy adscrito a un estilo de música.
J.C.: Al menos es lo que buscamos. Cuando empezamos queríamos hacer canciones no un estilo concreto, no cortarnos. Sin miedo a que suene muy blando o todo lo contrario. Si la canción es así, es así.
Escucha su disco mientras lees nuestra entrevista:
P: ¿De dónde surgen las letras?
J.C.: Las canciones las hacemos básicamente ‘Turrón‘ y yo. Las mías normalmente son vivencias personales.
S.S.: Las mías no, no tienen porque ser vivencias personales aunque sí que es cierto que siempre lo vas a hacer desde tu punto de vista. Escribo sobre lo que me inspira: algo que le ha pasado a un colega, que veo por la calle o por la televisión, no son necesariamente lo que yo haya vivido.
P: ¿Y cómo empezó esta andadura?
J.C.: Joder qué prisas! terminó en 2005 y ‘Turrón’ y yo empezamos el proyecto de Palabras Necias en 2006. Al principio se metió Raúl Retamosa con la percusión, repescamos a ‘Peluca‘ al bajo, luego entró Juanjo a tocar la batería percusión, y el último en añadirse ha sido Iván que lleva con nosotros lo que va de año.
La verdad es que hemos tenido dos etapas, entre 2009 y 2012 tuvimos que hacer un parón porque ‘Turrón’ empezó a ponerse peor de los oídos y decidimos parar. En 2012 yo me independicé, bueno, mis padres se fueron de casa (risas) y monté un pequeño estudio en una habitación y todas las canciones que habíamos compuesto en ese periodo decidimos grabarlas. Cada día venía quien podía y el tiempo que tenía.
P: Sois cinco integrantes, cada uno con su profesión, su trabajo y sus horarios, ¿cómo se compagina?
J.C.: Con mucha paciencia, haciendo cuadrantes y con mucha antelación. ‘Peluca‘, que es vendedor, trabaja una semana de mañana y otra de tarde, Iván, que es diseñador y yo, que soy periodista, tenemos menos problemas de horarios, pero Juanjo, que es técnico audiovisual, viaja mucho…
J.S.: Sí, he viajado recientemente a República Dominicana, Bruselas, París…
S.S.: Está haciendo la gira pero en solitario (risas). Yo estoy ahora mismo desempleado y tengo más tiempo.
J.S: Sobre todo es mucha suerte de coincidir. No tenemos local, ensayamos y grabamos en mi casa y hemos ido haciendo el disco a trozos, cuando cada uno podía. La verdad es que no tener local nos ha venido muy bien: tenemos mucha más libertad horaria; con un local no sé si hubiéramos podido mantener el grupo con los gastos que acarrea. Así hemos podido grabar el disco en estos diez años (risas).
P: Entonces, este disco sí que es sólo vuestro.
J.C.: Sí (risas). Juanjo y yo nos juntábamos y hacíamos el trabajo de los técnicos de sonido aprendiendo con tutoriales. Hemos pasado tardes y tardes más que grabando aprendiendo cómo hacerlo, mirando qué compases tenía la canción, qué metrónomo, qué se podía hacer y qué no.
J.S.: O sea empezar a grabar. Al fin y al cabo el músico normalmente llega con su guitarra más bonita y su idea y empieza a tocar. El técnico es el que se tira ahí horas y horas editando y montando que es lo que hemos hecho nosotros. Y además que no tenemos un estudio, tenemos un portátil y una tarjeta de sonido aunque ahora mismo se puede hacer con los medios que hay. Pero luego hay 6 temas que hay que darles las gracias al Ayuntamiento de Leganés porque nos los ha grabado en un estudio.
J.C.: Sí, el Dejóvenes tiene un concurso de maquetas todos los años y si quedas entre los diez primeros te graban dos canciones y nosotros hemos tenido la suerte de quedar en ese grupo tres años. Entre esos y los que hemos grabado nosotros por nuestra cuenta, hemos conseguido juntar diez y hemos grabado por fin el disco.
P: ¿Qué se siente al tener el disco por fin en vuestras manos?
J.S.: Vergüenza (risas). No por lo malo sino por que te escuchen. Una cosa es tocar en un conciertillo o así y otra presentarlo a todo el mundo. Ahora mismo hay mucha competencia, y competencia muy buena (risas). Pero luego cuando escuchas que no suena mal… sólo con que a una persona le guste ya te anima. La verdad es que es también felicidad porque ya está hecho.
J.C.: Yo siento satisfacción y catarsis. Fue un parto doloroso pero ya nació el crío (risas). Era algo que había que hacer. Podíamos haber estado otros diez años editando y mejorando pero teníamos que hacerlo ya.
Iván López (Zipo): Sí porque esto es un no parar, cuanto más escuchas las canciones, más puedes arreglarlas. Pero había que poner una fecha límite. Poner un fin y lo que quede ha quedado y a partir de ahora para adelante. No sé si es un principio de etapa o el final de otra pero hay que tirar para adelante.
P: El sábado 18 tenéis el concierto de presentación del disco en el pub Aguacate a las 21h en un acústico, ¿cómo lleváis los nervios?
J.S.: Bien. Presentarlo aquí es ilusión. Al fin y al cabo somos todos del barrio y presentarlo en Aguacate que es donde nos juntamos es algo muy familiar. Además tenemos un pequeños club de fans que se saben las canciones y también estarán por aquí.
J.C.: Desde que nos hemos vuelto a juntar sólo dimos un concierto el año pasado en la final de un concurso y sin poder hacer pruebas de sonido. Cinco años después, sin poder hacer prueba de sonido… no salimos muy contentos. Yo siempre tengo la sensación de que es el primer concierto porque como pasa tanto tiempo de uno a otro… es nuestra asignatura pendiente.
I.L.: Yo estoy nerviosito la verdad. Hace mucho que no toco en directo pero luego es subirse al escenario y disfrutar. Una vez que te salen dos canciones luego no quieres parar.
P: ¿Cuánto tiempo hace que os conocéis?
Sergio Sánchez (Turrón): Todos nos hemos ido conociendo en los últimos diez años. ‘Ketchup‘ y yo, que somos los culpables de este grupo, nos conocemos desde el instituto, hace casi 20 años. Al ‘Peluca‘ le conocimos también hace veinte años. Todos nos hemos ido conociendo por diversas circunstancias.
P: ¿Y cuánto que tocáis juntos?
S.S.: Nosotros teníamos un grupo anteriormente en el que estábamos ‘Ketchup‘ y yo, y al que luego se incorporó el ‘Peluca‘. Ya nos conocíamos todos pero pasaron casi diez años hasta que creamos Palabras Necias. Antes estuvimos con un grupo heavy que teníamos.
P: ¿Cuál fue vuestra primera aventura musical?
Jesús Casañas (Ketchup): El primero que tuvimos fue Alikatalika, un grupo que montamos en el instituto Turrón y yo con dos amigos más y con el que sólo dimos un concierto (risas). Después formamos ‘Joder qué prisas!‘, un grupo de heavy y punk rock por el que todos menos Juanjo hemos pasado por algún momento.
P: ¿Cómo era esa grupo?
J.C.: Era un grupo de heavy en el que dábamos mucha caña. De hecho, a ‘Turrón‘ primero y a mi después nos diagnosticaron hiperacusia por meterle caña y no ponernos tapones, una afección en el oído que nos da hipersensibilidad en el tímpano y que no nos deja ir a dos conciertos seguidos. De ahí el nombre: Palabras Necias… oídos sordos; queríamos jugar con la ironía.
P: ¿Por qué acabó?
J.C.: Con la hiperacusia tuvimos que dejar de meterle caña y pasarnos a otros estilos más acústicos, blueseros… además nos empezaron a gustar otros ritmos y queríamos hacer un proyecto en el que no estuviéramos encasillados en un sólo estilo. Si componemos un tango, una balada, una ranchera, que sonara a lo que era no distorsionarlo.
P: Como hemos dicho, las canciones de este disco son cada una de un estilo diferente pero, ¿con cuál os quedáis cada uno?
J.C.: A mí me gustan todas, qué te voy a decir, que las he hecho yo (risas). ‘Fiebre del oro’ la verdad es que gusta mucho pero si me tengo que quedar con alguna es ‘Un tipo tan grande‘, por la carga tiene. Trata de los amigos que se han ido de España y también de uno en particular que falleció y es muy emotiva. Para mi gusto quedó bastante redonda.
S.S.: Yo lo he dicho mucho, la que más me gusta por cómo me lo paso y lo bien que ha quedado es ‘No somos gente de fiar‘. Es la que mejor sabor de boca me ha dejado.
Víctor Marina (Peluca): Yo la de ‘Ermitaño‘, creo que es la que mejor nos ha salido.
I.L.: Aunque yo sólo toco en dos canciones, de todas las del disco me llama la atención la de ‘Los lastres del pasado’, por todo lo que significa.
J.S.: Yo escogería la de ‘Olray‘ porque surgió espontáneamente en un ensayo y nos gustó tanto cómo quedó que la hemos incluido sin apenas arreglarla. Fue algo que salió así y así se quedó. Pero en serio, a mí ‘La habitación’ me parece una canción bastante profunda porque tocándola la vives y la sientes bien. A lo mejor es porque es la única que puedo escuchar, el resto estoy tocando y no me da tiempo (risas).
P: ¿Qué proyectos tenéis en mente ahora mismo?
J.C: Promocionar el disco, hacer entrevistas, y empezar a disfrutar del grupo también que estos años han sido sólo para masterizar y editar… y ahora queda disfrutar: quedar para ensayar, buscar conciertos y recoger los frutos de lo que hemos hecho todos estos años.
J.S.: Hay que disfrutar porque parece ser que tenemos un pequeño éxito en Cancún. Hicimos una entrevista para el programa de Radio Cancún por Skype, en directo, y según él las canciones las ponen casi siempre en la radio y tienen bastante éxito allí y nos pidieron ir para allá. Imaginate que ganamos un Emmy o un Grammy (risas). La verdad es que nos dejó alucinados. Es gratificante.
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