Como una película de terror anunciaba el CD Leganés en sus redes sociales un partido que daba la bienvenida al recién ascendido Girona FC, novato en la máxima categoría, pero con una capacidad de adaptación que el propio entrenador pepinero, Asier Garitano, destacó el martes en rueda de prensa.
Se planteaba, por parte de ambas entidades, un partido complicado, de tú a tú, con respeto por el rival y ganas de dar lo mejor para volver a sumar tres puntos que, aun siendo comienzo de temporada, ya se tildan de importantes para lograr la meta de la salvación. Lejos de los grandes, por ese objetivo pasa la liga del común de los
mortales.
El partido comenzó a la hora prevista con un Girona que puso el balón en juego y lo perdió a los diecinueve segundos debido a la alta presión que el conjunto de Asier Garitano ejerció en el centro del campo. La alineación de otro centrocampista por parte del conjunto local aportó una imagen de control del partido en casi todas las etapas de la primera mitad. A los cuarenta segundos Szymanoswki avisó con un disparo que se estrelló en el larguero. La respuesta del equipo dirigido por Machín llegó a los cinco minutos de partido con un remate de cabeza de Stuani.
En la siguiente jugada, Javi Eraso sacaba un corner para el conjunto pepinero y se iba a empezar a dibujar el esquema de la primera parte: un Leganés que proponía el ritmo de juego y un Girona que estaba dispuesto a salir a la contra como forma de hacer daño. Los primeros diez minutos fueron de dominio indiscutible del equipo de Butarque, que presumía de agilidad en las transiciones mediante triangulaciones cortas y pases al hueco.
Ya dijo Garitano en la previa que su plantilla “tuvo opción de victoria en los cuatro partidos” y hacía méritos para ponerse por delante. Este Leganés tiene muy claro a lo que juega, y lo hace de manera eficaz y atractiva para un Estado Municipal presumiblemente lleno. Leganés es una ciudad de pasiones y el aforo no es un problema que contemplen en este momento. El Girona acusó la ausencia de Portu en el once titular y el conjunto blanquiazul hizo gala de un ímpetu que mereció mucho más. En el 19’ una bonita jugada colectiva materializó un corner que acabó en las manos de Gorka Iraizoz.
A partir del ecuador de los primeros cuarenta y cinco minutos cambió el planteamiento del partido: un conjunto visitante más sólido en defensa que obligó a los hombres de Garitano a buscar la ruptura de la zaga con pases largos. No obstante, la jugada más clara del Girona llegó de las botas de Stuani para el club catalán, que falló un mano a mano tras un espléndido pase al hueco que anuló la línea defensiva pepinera.
A falta de cinco minutos, Szymanowski tuvo la ocasión de adelantar a su equipo tras una contra que se escapó a escasos centímetros del palo izquierdo de Gorka. Finalizaba sin descuento la primera parte con un sabor amargo por parte del equipo local, que mereció mucho más. El comienzo de la segunda parte anunciaba un esquema cambiado para los siguientes cuarenta y cinco minutos; en el 50’, Gabriel avisaba con un disparo cruzado que pasó pegado a la madera y ocho minutos más tarde era el Girona quien originaba peligro con un cabezazo que blocó de manera hábil Cuellar. A partir del minuto 60, el predominio de Leganés se vio alterado en medio de un intercambio de ocasiones por parte de las dos plantillas.
El tiempo se iba agotando y los nervios crecían en dos equipos necesitados de puntos; unos para afianzarse en la mitad de la tabla y volver a la senda de la victoria, otros para escapar de la presión de la zona de descenso. Mojica, desaparecido en la primera mitad, fue lo mejor de la escuadra visitante en el último tramo de partido junto al relevo de Douglas Luiz, que aportó energía a una delantera que ha tenido días mejores. Por parte del Leganés, la entrada de Amrabat aportó más profundidad que se vio plasmada en un gol anulado en el 81’.
Sin demasiadas ocasiones destacables, el partido llegó a su fin en el 93’ con dos viejos conocidos repartiéndose puntos. El Girona supo aguantar la embestida pepinera; el Leganés mereció más de cara a portería. La efectividad debe ser la asignatura pendiente para los blanquiazules, que han logrado armonía en su juego y ahora deben apuntar a materializar sus ocasiones. Ahora tocaba trabajar de cara al enfrentamiento en tierras insulares.
El partido del sábado contra Las Palmas es clave para apuntar a la zona alta de la clasificación. De momento, el equipo de Asier Garitano cuenta con 7 puntos y un 8º puesto provisional a la espera de finalizar la Jornada 5 del campeonato doméstico.
