FÚTBOL. PRIMERA DIVISIÓN. JORNADA 19. El Club Deportivo Leganés murió en la orilla en el Benito Villamarín con una derrota frente al Betis por 3-2. Por parte del conjunto pepinero, Gumbau y Javi Eraso dieron al equipo esperanzas que se desvanecieron en un penalti pitado por mano de Amrabat y que se encargó de ejecutar Rubén Castro.
El equipo de Asier Garitano salió al césped del Villamarín con muchas novedades. Dos partidos por semana entre Liga y Copa suponen una acumulación de kilómetros que conviene vigilar para llegar al tramo final de la temporada con las piernas frescas.
Salvo las ya habituales rotaciones en defensa, los cambios más notables llegaron arriba, donde jugadores como Rubén Pérez o Gabriel Pires comenzaron el partido desde el banquillo. En la medular encontramos a Gumbau y Brasanac y una línea más adelantada compuesta por Eraso, Omar Ramos y Amrabat. En punta, Guerrero para intentar volver a ganar la confianza de Garitano.
La clave del partido parecía estar en el contraste entre dos equipos que han llegado a las mismas posiciones por dos caminos muy diferentes. El equipo sevillano, siendo un conjunto con grandezas en ataque pero mostrando muchas flaquezas en la zaga. Ese equipo roto por la mitad puede sufrir ante el Leganés, equipo compacto donde los haya, un bloque que ataca y defiende en conjunto. La ausencia de los laterales habituales del Betis podía ser ser el punto débil en el que Amrabat y Omar, jugadores más frescos y experimentados, hicieran hincapié.
En los primeros minutos arrancaba el Betis con tres internadas en poco más de un minuto para llevar la iniciativa del partido. La estrategia parecía ir en los primeros compases a romper las líneas pepineras con pases largos a las bandas y colgar balones al área del ‘Pichu’ Cuéllar. El Leganés iba haciéndose un bloque, bajando el ritmo de la ofensiva bética y comenzando a salir poco a poco de su campo.
Pasados los diez minutos volvía a avisar el Leganés, aprovechando ocasiones donde el equipo pepinero estaba menos compacto, pero en las pocas ocasiones que tuvo el Betis se encontró con el muro de Cuéllar. Amrabat, anulado por una banda controlada por el duopolio de Francis y Joaquín, fue dando chispas en una banda que tenía que ser eléctrica para el marroquí.
La defensa, el punto fuerte del equipo de Asier Garitano, se convitió en el talón de Aquiles en la noche del Villamarín. En el minuto 19, una jugada de Sergio León que rechaza al balón cruzado Cuéllar es rechazado por Cristian Tello, que no perdona a puerta vacía. En la carrera por evitar el gol llegaba la lesión muscular de Mauro Dos Santos, que tuvo que abandonar el campo en el ecuador de la primera mitad dejando su puesto a Martín Mantovani.
La desventaja en el marcador debería haber llevado al conjunto visitante a dar un paso adelante para revertir la situación, pero las dificultades del equipo en defensa permitían conceder pocas ocasiones de riesgo, por lo que la postura conservadora se asentó en el Leganés con el paso de los minutos.
En los últimos minutos se lo creyó un poco más el Lega, que pudo poner las tablas en el marcador en una carambola que cayó en Brasanac y su disparo fue enviado a corner por Adán. Sin embargo, al final de la primera parte, en el minuto 39, Joaquín en una contra galopó hacia Cuéllar y fusiló a Cuéllar, que tocó balón pero no logró detener el gol.
Parecía que el partido se iría al descanso con un 2-0, pero ahí estaba Gumbau para meter miedo en la portería de Adán. Tras una jugada larga del Leganés. El exjugador del Barcelona pega un latigazo desde la frontal del área y se ajusta al palo derecho de Adán, que no puede hacer nada. El 2-1 sube al marcador antes del descanso.
Un disparo de Javi Eraso inauguró una segunda mitad sin cambios. La sustitución obligada de Mauro Dos Santos por Mantovani impidió el habitual cambio del Leganés tras el paso por vestuarios. En los primeros compases dominó el equipo de fuera, al que le vino muy bien ese “gol psicológico”. Dio un paso adelante la alineación pepinera, lo que abrió un poco más los espacios en ataque… Y en defensa. También llegaron las ocasiones béticas, pero se toparon con un guardameta que ha trabajado toda la noche.
La entrada de Gabriel Pires cambió los esquemas del partido a falta de media hora para el final. En el lugar de Brasanac, Garitano añadió aporte ofensivo en detrimento de la contención defensiva que aportaba el serbio, que poco sirve cuando estás por debajo en el marcador.
La apertura de espacios y la entrada de Gabriel, que sembró juego en la tierra estéril de la línea de tres cuartos, permitió al Leganés atreverse con otro tipo de jugadas. En el 70’, un pase picado entre líneas dejaba solo a Javi Eraso frente a Adán y, tras un primer disparo que se estrelló contra el portero, el rechace a puerta vacía llegaba a la red y ponía el 2-2 en el electrónico.
Cuando el partido se ponía de cara al equipo madrileño, una mano de Amrabat provocaba un penalti que materializaba Rubén Castro en su vuelta al Betis. Una jarra de agua fría para el equipo pepinero, que veía más cerca el 2-3 que el 3-2. Para intentar conseguir el empate entró Beauvue en el 85’, pero poco pudo hacer en los últimos minutos. El Real Betis se llevó la victoria, más por los fallos del equipo visitante que por méritos propios.
Ahora esperan Real Madrid y Alavés para terminar una semana frenética y clave para marcar los objetivos hasta final de temporada.
