FÚTBOL. PRIMERA DIVISIÓN. JORNADA 36. El Club Deportivo Leganés pierde 0-3 en Butarque contra el Levante en el primer partido post-permanencia. Tras una primera parte que controló el equipo pepinero de principio a fin, el encuentro se resolvió en diez minutos donde Bardhi brilló y Zaldua fue expulsado.
El microclima de Butarque nunca defrauda. Tal y como reflejaba una encuesta, entendiendo el tono de humor, el campo iba a reflejar todo lo posible en la previa y en las dos horas de partido. Como la temporada del Leganés. Calor, sol radiante, viento, lluvia y frío. Pero afición y equipo están hechos de la misma pasta. Adaptados para todo, todoterrenos de Madrid, el año histórico pasará a los libros como la temporada de la resistencia.
Resistiendo y cayendo de pie en el Bernabéu, la permanencia llegó al día siguiente. No como hubieran querido, pero por fin llegó lo deseado. La mejor manera de celebrarlo era en Butarque, con la afición y contra otro equipo salvado. La fiesta de la salvación llegó antes de tiempo y eso siempre es positivo para todos. Saltaron los jugadores con una buena entrada a pesar del día y la hora, deseando ver a dos equipos que se han ganado la permanencia a pulso.
La lluvia aguó la fiesta
Comenzó el encuentro con dominio pepinero, que se hizo con la pelota y la llevó hasta los límites de la defensa levantina. La lluvia que empezó a caer sobre el césped pepinero promovió un toque rápido. Tras un primer envite del Lega, los granotas se posicionaron sobre el tapete con mayor seguridad. Balón para los pepineros, control para los de la costa.
Durante una buena parte de partido, parecía que lo menos importante era lo que ocurría abajo. Mirando al cielo, casi la totalidad de la grada de Butarque se fue espantada de la horrible tromba de agua. Resistieron los de tribuna, lógico, algún loco que leerá esta crónica resfriado y la grada de animación, incansable, admirable.
En un impulso por volver a la realidad, el Leganés reaccionó en ataque y pudo adelantarse en el ecuador de la primera mitad con un remate de Amrabat que se fue a córner. De esa misma jugada, Beauvue pudo sacar petróleo con un cabeceo que se fue cerca del lateral de la red. A los pocos minutos respondió el Levante, que pudo aprovecharse del cacao de la zaga blanquiazul.
La clave del partido estaba en las respectivas bandas izquierdas de ambos conjuntos. Amrabat y Diego Rico con el anclaje de Eraso llevaron la batuta del encuentro. El Zhar, consciente de dónde estaba la acción, se multiplicó para doblar balones. Dos pulmones los magrebíes. Final de una primera mitad más marcada por el agua que por el escaso fútbol. Emoción para los siguientes cuarenta y cinco minutos.
Los diez minutos de la discordia
Comenzó con emoción la segunda mitad. En el rechace de una falta botada desde el lateral, El Zhar remató y, tras una carambola, paró Oier para el Levante. Tampoco faltaron ocasiones rivales. Un error de Bardhi en un contraataque de dos contra dos hubiera supuesto el 0-1 si no la hubiera lanzado a las nubes de Leganés.
Se vino arriba el Levante y el 0-1 llegó. En otro contraataque más estructurado, un pase entre líneas dejaba a Morales solo frente a Champagne y el capitán no falló. Gol injusto para un Leganés con actitud ofensiva pero insípido en la finalización. La pesadilla se agravó con la expulsión de Zaldua, que se la jugó demasiado frenando a Bardhi en una jugada clara. En el lanzamiento de esa falta llegó el segundo, también del delantero macedonio, que no dejó ni siquiera espacio para la reacción.
El partido, caótico de costado a costado, descontrolado de punta a punta, se congeló con una tangana entre Bustinza y Morales, que acabó en el suelo. Realmente, casi la totalidad de los jugadores acabaron en esa pléyade de empujones. Diez minutos, un espacio demasiado corto para dos goles, una expulsión y una pelea. En Butarque todo se vive condensado e intenso.
Reacción pepinera en vano
Lo intentó el Leganés. En la grada se creía, al menos en el empate. Garitano no cubrió el vacío de Zaldua y jugó con tres defensas. No funcionaban demasiadas cosas en el equipo local. Rico, como de costumbre, fue casi el mejor atacante pepinero. El Zhar, totalmente desubicado, parece menguar si Amrabat con está en el campo. Beauvue, desquiciado, desapareció de la circulación del esférico.
Con el partido ya resuelto, llegó la ronda de oportunidades en los banquillos. Volvió Mantovani, todavía pendiente de su renovación, y debutó Fahad, uno de los nueve saudíes que vinieron en enero. El del Levante es el único que ha jugado minutos oficiales en Primera División.
Dos partidos y se cierra el telón
Con la victoria de hoy, el Levante adelanta a los nuestros, que ya ocupan la última plaza de los salvados. De todas formas, el Leganés sigue sin pisar descenso ni una sola jornada desde que debutara en la élite. Quedémonos con eso. Restan dos encuentros, uno en San Sebastián y la despedida, en Butarque contra el EuroBetis. Se acerca el final de una temporada que, pase lo que pase, ya es histórica.