Valverde, ciego o todavía dolido contra el Leganés  

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Es delicado tocar el tema porque la herida sigue abierta, la afición y el equipo pepinero siguen enfurecidos por lo que pasó este fin de semana en el Camp Nou en la actividad de La Liga en su jornada veinte.

El Leganés perdió por marcador de tres goles a uno y el hecho de que los catalanes se llevaran la victoria en realidad no sorprende a nadie, lo que pasa es que el segundo gol, el cual le dio la ventaja a la postre definitiva a los locales se dio en medio de una polémica jugada, que para colmo fue revisada y confirmada por medio del VAR.  

En la anotación que significó el dos goles a uno a favor de los catalanes, el delantero uruguayo, Luis Suárez, en su intento por hacerse de la pelota golpeó al arquero Pichu Cuéllar del Leganés, al grado de que el guardameta necesitó atención médica luego de la jugada, pero a pesar de eso el árbitro decidió dar por bueno el gol, lo cual enfureció a todo el equipo madrileño y a los aficionados que veían el partido atentos desde sus casas en las afueras de la capital española.

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Valverde no vio falta

Y para echarle sal a la herida, el técnico del Barcelona, Ernesto Valverde, declaró a final del partido que para él fue un claro gol, que no había duda acerca de la validez de la anotación. El ex técnico del Athletic Bilbao dijo que a fin de cuentas todos van a tener su punto de vista, pero que si el árbitro concede la anotación es gol. El estratega agregó que Suárez ni siquiera hizo contacto con el arquero y que tuvo razón en marcador el gol, y también dijo que a pesar del VAR las controversias en el fútbol jamás se van a terminar.

Sin duda la lógica de Valverde es la del cinismo más descarada, su equipo ya ganó y se embolsó los tres puntos, qué más da si admite que su delantero hizo contacto y lastimó a Cuellar. Un poquito de dignidad y honestidad nunca hizo mal a nadie. Después de todo el Barcelona sigue de líder en la tabla de manera cómoda y según las cuotas para apuestas de LaLiga siguen siendo los enormes favoritos para levantar el trofeo, muy por delante del Atlético de Madrid y del Real Madrid.

Parece que en el fondo a Valverde le duelen todavía los puntos que le escaparon a su equipo a inicios de temporada en Butarque, los blaugranas viajaron a Madrid pensando que serían tres puntos automáticos, como de costumbre, pero se les indigestó la capital española y se consumó una de las sorpresas más grandes de la temporada. El brasileño Coutinho había puesto a la visita adelante en el marcador en el minuto doce del encuentro, y parecía que se podía dar una goleada como esas que el Barcelona acostumbra aplicarle a sus rivales.

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Con lo que no contaban Valverde y compañía es que el Leganés no iba a ceder tan fácilmente y en la segunda parte le dieron la vuelta al marcador, para lograr un resultado histórico y del cual el técnico del Barcelona parece no haberse olvidado todavía.

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