Los miedos infantiles

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Los miedos son habituales en la infancia y forman parte de la evolución normal de los niños. Si sabes como actuar, ayudarás a tu hijo a superarlos

Miedo a la oscuridad, a dormir solo, a los monstruos y fantasmas, o al colegio, son miedos evolutivos; un fenómeno universal cuyo papel en el desarrollo infantil es normal. Sin embargo, estas sensaciones desagradables pueden ocupar un lugar muy grande en la vida del pequeño y llegar a ser demasiado intensas. Esto puede derivar en un desarrollo anormal de su bienestar e incluso incapacidad para afrontar situaciones cotidianas, resultando un enorme sufrimiento. En el peor de los casos, los temores o miedos patológicos, pueden derivar hacia trastornos que necesitan atención psicológica tales como la ansiedad y la fobia.

En la primera infancia (en torno a los 1-2 años) aparece el miedo a los extraños, y a la separación de la figura de apego: padres, madres, abuelos… En torno a los 3 años, se produce un hito importante: la entrada en Educación Infantil; aquí la separación de la figura principal de apego puede provocar “dramas” a la hora de entrar a la clase. En la etapa de 3 a 6 años, al aumentar el simbolismo del niño, predominan los estímulos imaginarios: los monstruos, la oscuridad, los fantasmas y los personajes “malos” de videojuegos y películas. En la etapa de primaria (6-11 años) los miedos a aspectos tales como la sangre, los doctores, el daño físico y la separación de sus padres comienzan a ser más significativos.

¿Cómo puedo ayudar a mí hijo superar el miedo?

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  • En el primer lugar, reacciona con tranquilidad. Vive la situación del niño con calma, porque las conductas que el niño observe de los padres serán los patrones que interiorizará. Abrázale para que se relaje y se sienta seguro.
  • No niegues su miedo. Deja que cuente su historia con sus palabras y escúchale, transmite que estás disponible para él, empatiza con él, transmite al peque seguridad, comprensión y mucho amor.
  • Si las emociones son tan intensas que provocan un alto nivel de activación fisiológica, usa la relajación.


Alma Levi.
Psicóloga.
Master en Psicología Educativa.
Knossos Psicólogos
Almalev8@gmail.com
knossospsicologos@gmail.com

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