La Sala Antonio Machado de Leganés acoge hasta el 21 de mayo la exposición “Piranesi. Las cárceles” de la Red Itiner de la Comunidad de Madrid.
La Red Itiner es una plataforma de colaboración entre los Ayuntamientos y la Comunidad de Madrid, con el objetivo de difundir el patrimonio cultural con exposiciones culturales en un total de 72 municipios que integran la iniciativa. En esta ocasión, Leganés acoge una de las muestras de aguafuerte más importantes e influyentes, con la serie Cárceles de Piranesi.
Es la primera vez que la Biblioteca Histórica Marqués de Valdecilla de la Universidad Complutense de Madrid participa en esta red de exposiciones itinerantes, desde que se iniciara el proyecto en 1990. Lo hace ahora aportando dieciséis grabados originales de Carceri d’Invenzione de Giovanni Battista Piranesi (1720-1778), arquitecto, arqueólogo y grabador italiano. Los grabados fueron publicados en 1749 con catorce estampas y en 1761 se añadieron dos más. La muestra recoge la colección completa entre los años 1800 y 1807 y se basa en la exposición que organizó la propia Biblioteca en el 2013, con el comisariado de Manuel Lizárraga.
Piranesi crea cárceles de su propia imaginación que generan espacios cerrados y oscuros, desconcertantes y sobretodo angustiantes. La mejor similitud para describir esta serie es, a pesar del anacronismo por ser previo a ello, denominarlo como panópticos. Fue en 1791 cuando Jeremy Bentham, filósofo utilitarista, describió un nuevo modelo de prisión con el principio de inspección central: la ideación de una prisión perfecta en la que no hubiera ningún punto ciego, con la total observación desde una torre central. Este paralelismo lo encontraríamos un siglo después en ‘Las cárceles de Piranesi´ del filósofo Aldous Huxley, más conocido por su obra ‘Un mundo feliz’.
Arquitectura y tortura en los grabados
Estos grabados hacen alarde de los amplios conocimientos de Piranesi en arquitectura, si bien sólo llegó a realizar un trabajo, la remodelación de Santa María del Priorato. Entre el clasicismo y el romanticismo, muestra espacios de grandes dimensiones con la repetición de elementos como arcos, puentes, cadenas, argollas y elementos decorativos. Uno de los grabados más conocidos y reseñables es el de ‘El arco gótico’, que muestra en su exageración arcos, escaleras, y diagonales y líneas que lo cruzan.
Continuamente aparecen elementos de tortura en las prisiones, también escenas bélicas con cañones y explosiones. El uso de escaleras, las argollas y las diagonales refuerzan la perspectiva y ayudan a crear la sensación de reclusión y angustia ya que todos estos elementos no llegan a ningún lado o vuelven sobre sí mismos. Son escenarios imposibles que han inspirado multitud de obras, como la de Escher que tanto jugaba con la irrealidad y la ilusión óptica. Las figuras humanas que aparecen resaltan el conocimiento anatómico y resuelven con gran simplicidad la expresión de angustia y tortura de estos personajes encerrados. A su vez, sirven para resaltar la gran dimensionalidad del espacio.
Las estampas más creativas
Cabe destacar el uso de la luz, el claroscuro y los bordes de las figuras remarcados. Para iluminar los espacios, introduce gran variedad de matices con las líneas e incisiones. Todo ello resalta el carácter profundamente dibujístico de su obra, en la que el trazo toma gran importancia: los elementos cuanto más alejados más difusos se perciben y las líneas se tornan paralelas, entrecruzadas o más curvas y caóticas cuanta mayor profusión de elementos se representan. Varían así en su intensidad y en su dirección para aludir a diferentes superficies: un puente de madera marca trazos paralelos y líneas rectas, mientras que en las piedras de las paredes se entrecruzan creando tramas.
Las dieciséis estampas suponen la faceta más creativa e interesante del que es considerado como uno de los mejores aguafortistas junto a Rembrandt y Goya. Para seguir profundizando en su obra, actualmente la Biblioteca Nacional recoge hasta el 22 de septiembre una exposición al respecto, con estampas y grabados también de otros autores que influyeron en su obra: Palladio, Duperac, Juvarra, Fischer von Erlach, Vasi, Tiépolo e incluso Canaletto.