El Centro de Atención e Integración a Drogodependientes de Leganés está sufriendo la asfixia de la falta de personal en el Ayuntamiento. El centro sanitario lleva dos meses sin médico.
El CAID atiende habitualmente a 460 usuarios, una cifra que no hace más que crecer con drogodependientes cada vez más jóvenes enganchados, habitualmente, a la cocaína y la heroína. Usuarios que apenas pueden recibir una atención debido a la falta de recursos que sufre el centro de Leganés, ahora también sin conserje que comparte jornada entre el CAID y el centro de Juan Muñoz.
Sin médico, los nuevos pacientes no pueden tener una cita de análisis de su situación para diagnosticar el grado de dependencia y asignar un tratamiento, tampoco llevar un control, revisar los asignados o recetar medicamentos. Sin psicólogos suficientes -solo uno para los 460 usuarios-, no tienen el apoyo emocional necesario para saber que no están solos en esta batalla. Sin orientadores, no cuentan con cursos de formación y reciclaje para buscar un empleo y hacer una inserción real al mundo laboral.
«Cuando entras se te cae el alma a los pies. Se ha convertido en un mero dispensador de metadona«, denuncia la portavoz de los usuarios, Rosa, que alaba la labor de las enfermeras. Y es que, su negociación ha hecho posible que se traiga al CAID Leganés el tratamiento de interferón en pastillas desde el metabus Valdemingómez o el Antabús para los usuarios de Alcohólicos Anónimos. «Pero cuando se acaben las existencias no hay médico para poder recetar más», alerta.
Qué supone no tener analíticas
Uno de los grandes problemas es la falta de análisis. Para muchos, un análisis de orina es una sencilla rutina, pero para los usuarios del CAID supone su garantía de que se mantienen limpios de toda sustancia. Tanto es así que Servicios Sociales y jueces reclaman esta prueba para tomar determinadas decisiones como mantener la custodia de los hijos o decretar prisión para un reincidente de delito menor.
«Hay parejas en la que los dos son consumidores y si a los servicios sociales no les llega esta analítica podría derivar en un problema de desestructuración de la familia, es decir, les podrían llegar a quitar la custodia de sus hijos»
Rosa, portavoz de los usuarios del CAID Leganés
Pero no hace falta que estas analíticas las reclame un servicio externo, ya que el programa de abstinencia se basa precisamente en los resultados de estos análisis, la única prueba de que una persona se mantiene sobria. «Mantenerse abstinente cuando no hay control es más difícil. Vuelves a estar solo ante el problema», esto está haciendo que algunos hayan dejado ya el programa de rehabilitación.
Una mesa de partidos
Ante esta situación crítica, los partidos de la oposición se han pronunciado exigiendo que se refuerce el personal de este centro sanitario de atención a drogodependientes. Así, han exigido al equipo de Gobierno que mantenga el servicio y lo preste en mejores condiciones.
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Desde los usuarios y la oposición se señala la falta de voluntad del Gobierno local ya que, a través de un convenio con la Comunidad de Madrid, recibe 600.000€ al año para llevar a cabo la gestión de este centro. Sin embargo, el Gobierno asegura que está empezando los trámites -que durarán cerca de un año- para contratar un nuevo médico y psicólogo aunque, según declaraciones del alcalde, baraja la posibilidad de devolver el servicio a la Comunidad.
Para que esto no ocurra y buscar soluciones a los problemas, Unidas Podemos ha solicitado una reunión urgente de todos los partidos para analizar la situación y reclamar una mesa de trabajo. De esta forma, pretenden poner sobre la mesa las soluciones para que estos 460 usuarios puedan disponer de la atención que necesitan y merecen.
