«Llevo más de una semana con síntomas», refleja la feligresa, que afirma haber tenido contacto directo con los ingresados. En su centro de salud le han instado directamente a una cuarentena casera y el 112 solo le ha aportado recomendaciones telefónicas.
La angustiosa espera de una mujer con síntomas de una enfermedad respiratoria y cercana a los feligreses de la iglesia evangélica de Leganés en la que se contagió el coronavirus ha sido recogida por el diario El Mundo. «Llevo más de una semana con los síntomas», ha asegurado Marina, que relata unos síntomas que empezaron a hacerse notar el pasado 24 de febrero.
«Cuando respiro hondo o hablo demasiado me quedo sin aire. Los ataques de tos no cesan y tampoco el dolor en el pecho, por no hablar de la fiebre», explicó la mujer de 39 años, que siente que Sanidad le está dando la espalda. «Tal vez si les digo que me estoy muriendo me prestasen atención, aunque quizás, entonces, ya sería demasiado tarde», denunció la afectada, que insiste en que el Servicio de Emergencias no le ha dado una solución eficaz en días.
Marina hizo hincapié en la falta de atención a sus llamadas telefónicas y espera impaciente a que se lleven a cabo las pruebas que determinen si está o no infectada por coronavirus. En su entrevista confirmó su insistencia al 112 explicando sus síntomas y su relación con los otros feligreses ingresados, desvelando incluso que ha llegado a acudir a su centro de salud en busca de tratamiento. Tras explicar sus circunstancias en consulta, la feligresa fue redirigida con urgencia a su casa para guardar cuarentena.
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«He llamado más de siete veces al 112, estoy cansada de repetirles que he tenido contacto directo con varias personas que han dado positivo en coronavirus. Pero ni aun así, sigo esperando sin que nadie me haga la prueba«, demandó, apuntando que ya está inscrita en la lista de Salud Pública para que atiendan su caso y espera una llamada. Las últimas noticias que recalcó fue su amenaza de ir personalmente al hospital, a la que desde Emergencias se negaron con rotundidad y se comprometieron a acudir a su domicilio ese mismo día.
En el momento de la entrevista, con la hora prometida vencida y sin la visita de ningún servicio médico, la denunciante aseveró que su estado estaba empeorando. Paracetamol, el único remedio que le ofrecieron para sobrellevar su enfermedad, aunque sin resultado. Por último, lamenta que la problemática termine afectando a su trabajo, ya que su médico le dio una baja de tres días pero sin la confirmación de su posible contagio por coronavirus.
