Los sanitarios del Hospital Severo Ochoa alzan la voz contra los chubasqueros recibidos como batas de protección

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Los profesionales del hospital de Leganés han recibido una nueva hornada de EPIs para combatir el coronavirus. Entre el nuevo material se encuentran unos chubasqueros de plástico cuya capacidad de protección han comprobado que es imperceptible.

La Sanidad madrileña ha hecho numerosos llamamientos durante la emergencia sanitaria por coronavirus para ser dotada de recursos para combatir toda una pandemia. Los gobiernos se han puesto manos a la obra en las últimas semanas para trasladar todo el material posible a los centros de salud, unos gestos que los profesionales sanitarios agradecen a sobremanera. La sorpresa desagradable para ellos ha llegado al abrir los últimos packs recibidos, en los que han podido comprobar que se incluían grandes cantidades de chubasqueros de plástico transparente.

Estas prendas pretendían hacer de sustitutivo de las batas de hospital, pero los trabajadores han constatado que su capacidad de protección es nula. La indignación de los operarios se ha hecho palpable a través de sus sindicatos y de las redes sociales, donde han dejado pruebas de qué se trata exactamente el producto. En las imágenes se aprecian los chubasqueros de plástico transparente de una pieza desde la cabeza a las piernas que fueron enviados al Hospital Severo Ochoa.

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Así no es posible atender a los pacientes de manera segura, como comentan los propios trabajadores. Además, la compra masiva de estos productos también se ha hecho llegar por diferentes hospitales de la Comunidad de Madrid. Los trabajadores no dan crédito ante ello.

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Quienes han abierto los paquetes insisten en que los chubasqueros que les han trasladado «no sirven de nada» y que el material «se rompe nada más tocarlo». Los sanitarios recuerdan la situación crítica que ya ha propiciado el contagio de varios compañeros y solicitan más EPIs (equipos de protección individual) de utilidad real. De lo contrario, advierten: «Vamos a enfermar todos».

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El retraso en la llegada de efectivos de protección que anunció el Gobierno Central está mermando las capacidades del sistema sanitario y en Leganés la saturación ahoga a los empleados del hospital. Mientras tanto, las donaciones y las movilizaciones ciudadanas para recaudar fondos y materiales se están convirtiendo en grandes aliadas frente al COVID-19.

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