Vecinos del barrio de Leganés han tomado la iniciativa para hacer frente a la plaga mediante raticidas. Esta actuación, sin embargo, ha costado la vida de un perro.
La amenaza de las ratas en parques del barrio leganense de Arroyo Culebro ha obligado a extremar la precaución de sus vecinos. La presencia de estos animales ha ido a más en los últimos tiempos en lugares con afluencia habitual de menores, transeúntes y también mascotas. Ante esta situación, vecinos han colocado por los alrededores bandejas con comida en las que se incluían raticidas sin autorización alguna, una actividad que ha terminado trayendo graves consecuencias.
Este intento de envenenamiento para erradicar la proliferación de estos roedores ha causado víctimas no deseadas. El perro de una vecina ha fallecido a consecuencia de las toxinas que se han repartido sin control, como recogieron las cámaras del programa ‘Madrid Directo’ de Telemadrid con los testimonios de su dueña. Según la mujer, la mascota de seis años se encontraba en perfecto estado de salud cuando en cuestión de 48 horas perdió la vida por lo que creyeron que era un golpe de calor. No obstante, los informes veterinarios confirmaron a la postre su intoxicación.
En esta ocasión, la intervención sin regulación se cobró una vida canina, aunque el vecindario se pregunta qué podría pasar con la cantidad de niños que acuden también a esta localización. Para que no vuelvan a repetirse este tipo de sucesos, los leganenses llaman a notificar las incidencias al Ayuntamiento en lugar de «tomarse la justicia por su mano».
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La preocupación frente a esta alerta se ha ido incrementando. «Campan por aquí por las noches a sus anchas», comentan residentes de la zona, que temen que el contacto estrecho con estos roedores pueda desembocar en ataques o transmisión de enfermedades. Y es que según las declaraciones de estas vecinas, las ratas son «de un tamaño considerable» y no tienen miedo a los humanos: «se acercan hasta donde estás tú», apuntaron.
Por su parte, el Ayuntamiento de Leganés ya ha recibido el aviso de la denuncia pública de estos casos y se ha mostrado dispuesto a intervenir en caso de constatar el problema. Su falta de actuación hasta la fecha respondía, como recogieron también en el programa, a su desconocimiento de que exista una plaga. Por este motivo, gana enteros la importancia de hacer llegar las alertas a la administración pública a través del teléfono gratuito 010. Desde el Consistorio instan además a sus ciudadanos a no colocar raticidas en la vía pública por cuenta propia para evitar males mayores y recuerdan que en dicha zona, próxima a un merendero, no deben dejarse restos de comida para no atraer a las ratas.