La hija de los farmacéuticos de San Nicasio (Leganés) fallecidos por la COVID19 ha sido la encargada de subir al escenario de los Premios Princesa de Asturias
El matrimonio Tomás Mijimolle y María del Carmen Cuadrado, farmacéuticos de Leganés, se convirtieron en todo un símbolo en el sector en el pasado mes de marzo. Durante el gran pico de la pandemia en la ciudad, ambos decidieron ponerse frente a su farmacia para seguir dando su servicio a sus vecinos. Sin embargo, el virus acabó llevándoselos en apenas unos meses. Fueron dos de los 18 farmacéuticos fallecidos durante la pandemia.
Tal ha sido la huella de este gesto que su hija, Nieves, también farmacéutica, ha sido las encargadas de subir al escenario en la gala de los Premios Princesa de Asturias para representar a todo su sector en la entrega. Nieves es vocal de la Junta Directiva de Farmacéuticos Mundi y asesora científica de la FCaeec desde 2006; mientras que su hermana María del Carmen es vocal nacional de Ortopedia del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos.
La gala, de apenas hora y media de duración, se celebró en una pequeña capilla del Hotel la Reconquista de Oviedo con el himno de España a modo de inauguración y la entrada de ocho de los doce galardonados que pudieron estar presentes. Tras la entrega de premios, el propio Rey Felipe VI emitía un discurso en el que animaba a la población a, a pesar de la situación, luchar entre todos para llegar a «ese futuro que todos ansiamos».
«Nunca fuimos héroes»
Sobre los sanitarios, el Rey Felipe VI aseguraba que a pesar de que insisten en que no son héroes, se trata de «mujeres y hombres que están pagando un alto precio por su entrega y coraje». Personas que luchan «en muchas ocasiones con medios insuficientes» por ayudar e investigar para salvar vidas y «mitigar el sufrimiento de quienes, desgraciadamente, no superan la enfermedad». «Les agradecemos la rectitud de su comportamiento, su sacrificio, la forma en el que ponen en juego incluso sus propias vidas».
José Eugenio Guerrero Sanz, jefe de la UCI del Hospital Gregorio Marañón de Madrid, fue el encargado de emitir el discurso de agradecimiento por el galardón. «Un reconocimiento, que recordando a Unamuno, es de todos y cada uno de nosotros que construimos la vida diaria anónimamente», comenzaba el médico intensivista. «Como sanitarios nuestro deber ha sido luchar por la vida, por devolver la esperanza en momentos inciertos; hubo desaliento, cansancio infinito, lágrimas, miedo pero volvimos a levantarnos porque rendirse nunca fue una opción».
«Nunca fuimos héroes, pero hicimos nuestro trabajo lo mejor que pudimos y supimos» — José Eugenio Guerrero
Related Posts
El reconocimiento ha sido entregado a todos los estamentos de la sanidad debido a su «heroico espíritu de sacrificio» durante esta pandemia en la que cada día exponen sus vidas para realizar su trabajo y salvar la de todos aquellos que caen enfermos por la COVID19. Una exposición que ha hecho mella en muchos de ellos con consecuencias no solo físicas sino también psicológicas.
«Son miles de personas, que desde sus respectivas responsabilidades y tareas, en centros sanitarios públicos y privados, y otros servicios, han estado en contacto directo con los pacientes afectados por la COVID-19, conformando la primera línea en la lucha contra esta enfermedad. Con su heroico espíritu de sacrificio, y asumiendo graves riesgos y costes personales, incluso la pérdida de la propia vida, se han convertido ya en el símbolo de todas las personas, instituciones y empresas enfrentadas a esta pandemia, reconocido como tal con constantes muestras de agradecimiento y solidaridad no solo por el conjunto de la sociedad española, sino también en el ámbito internacional»
—- Fallo del premio Princesa de Asturias de la Concordia