El único comedor social, el Comedor Paquita Gallego, cierra en agosto por vacaciones y la Asociación de Indigentes de Leganés apremia al Ayuntamiento para que ofrezca una alternativa en la que ya se está trabajando
El mes de agosto se presenta muy complicado para los sin techo de Leganés. Después de más de un año reclamando la apertura de un albergue o un comedor social municipal donde las personas que duermen al raso tengan un punto donde comer, asearse y descansar, la situación continúa sin avances.
Hasta ahora todos acuden cada mañana al Comedor de Paquita Gallego donde pueden comer y descansar, sin embargo, esta entidad sin ánimo de lucro y conformada por voluntarias, cierra en el mes de agosto por vacaciones. «Se aprobó en el Pleno otorgar tres comidas al día y la construcción de un albergue y aún estamos esperando», reclaman desde la Asociación de Indigentes.
Así, destacan que «llega agosto y no tenemos ninguna alternativa» por lo que han pedido reunirse con la nueva concejala de Servicios Sociales, Virginia Jiménez, aún sin éxito. «No nos han recibido y no sabemos nada de qué van a hacer». Por ello anuncian que «en caso de que no nos contesten y vuelvan a no hacer nada» empezarían una huelga de hambre el 31 de julio. «El hambre lo vamos a pasar de todas formas», asegura un portavoz de la entidad.
Por su parte, desde el Ayuntamiento de Leganés se ha confirmado a este medio que se está trabajando en dar una alternativa a las personas que acuden a este comedor. «El comedor de Paquita Gallego no hace ya comidas en el local; por motivos del COVID solo reparte ya menús preparados que recogen allí los usuarios/as. En esa misma línea se está buscando una solución», aseguran fuentes municipales que esperan que esté el acuerdo listo en los próximos días.
Se trata de una solución que ya se interpuso durante la pandemia y años anteriores ante el cierre del comedor social durante el mes de agosto. «Antes de que se queden sin comer, es una buena solución», aseguran desde la entidad, que esperan que no se repitan los problemas que ha habido años anteriores: «Eran insuficientes y los fines de semana no había» obligando a los usuarios a buscar alternativas o racionar la comida.
En este sentido, la entidad anuncia que estarán vigilantes sobre las condiciones en las que se repartirán estos menús y si estos serán suficientes, insistiendo en la necesidad de cumplir el acuerdo del Pleno de ofrecer tres comidas al día a las personas más desfavorecidas: «Sabemos que ahora va a ser imposible, porque lo han dicho, pero es algo necesario por lo que seguiremos luchando».