El obispo D. Ginés García y el párroco Jaime Pérez han visitado las obras de la Parroquia San Salvador de Leganés con fieles y medios de comunicación
La Parroquia de San Salvador continúa con las obras de rehabilitación y mejora del templo. Después de haber hecho los trabajos de estabilización de los cimientos y la torre, así como los trabajos arqueológicos se ha podido estabilizar la estructura que contaba con problemas serios.
«Empezamos por los pies de la nave, recuperando la estructura y los muros», ha asegurado el técnico de obra, Pedro Jaén, quien ha explicado que el edificio ha necesitado de rehabilitación vital de la cubierta. «Había problemas con la madera que estaba sin ventilar por lo que había procesos de pudrición«, apuntaba su compañero, César.
Precisamente, la madera podrida estaba haciendo que la cubierta no pudiera ejercer su trabajo de estabilizar la estructura y la cúpula. «Al no funcionar, el muro sobre el que estaba apoyado se empujaba para dentro. Hubo que colocar de emergencia una pieza para evitar el colapso», explicaba César. Una actuación que era vital. «La situación era muy precaria. Muy de emergencia. Podría haber habido un problema serio».
Además del mal estado de la madera, Jaén ha señalado que el peso de la torre afectaba a la estructura. «Estos problemas están datados del siglo XVII cuando se cambia la torre existente por esta al haber problemas en la estructura». Por ello, descarta que puedan deberse a las obras modernas: «se puede aventurar el motivo pero no saberlo a ciencia cierta».
Para este proceso de rehabilitación se han reutilizado varios materiales originales. Así se han podido reutilizar algunas maderas y la mayor parte de las tejas de la cubierta. De esta forma se espera mantener el espíritu de iglesia antigua con elementos modernizadores. Entre estos, estará un cambio en el diseño interior que hará que los retablos «destaquen más».
Un templo del siglo XI
Durante el proceso de rehabilitación se han conocido varios cimientos del templo original. Muchos de ellos databan del siglo XI y pertenecían al templo mudéjar sobre el que se construyó la parroquia. De estos cimientos, el proyecto recoge dejar una señal para recordar la antigüedad del templo.
La estructura ha llevado a los técnicos a pensar que estaba pensada para hacer arcos de crucería y bóvedas de piedra pero se abandonó la idea, algo impulsado muy probablemente por la falta de tiempo o presupuesto. «Había algunos arranques de estas bóvedas y arcos».
El obispo D. Ginés García ha destacado la necesidad de esta rehabilitación: «es uno de los bienes patrimoniales más importantes de nuestra Diócesis». Por ello, ha agradecido a las instituciones la financiación y el apoyo. En total, se espera que las obras finalicen en dos años, aunque «todo depende de cómo llegue el dinero».