Parecía muy lejano, pero en breve empieza un nuevo ciclo electoral. Ciclo que ha sido forzado por el PP, tratando, como no, de conseguir ventaja y pensando en sus propios intereses, no en los de la gente trabajadora.
En este contexto, como en cualquier otro, nuestras preocupaciones deben ser los derechos de la mayoría trabajadora, las conquistas sociales y la construcción de un poder popular que consolide cada avance que se consiga. En Leganés, la izquierda tiene un nuevo reto: tras una larga tradición de desencuentros y conflictos internos, hay una nueva oportunidad de conseguir una unidad que todos/as queremos, pero que siempre nos cuesta mucho lograr. Una unidad que siempre hemos considerado necesaria, pero que, de una forma u otra, no cristaliza.
Lo primero que nos toca hacer es aprender de los errores. Han sido muchos y variados, pero lo esencial es analizarlos, superarlos y seguir trabajando. Y creemos que hemos aprendido. Hemos aprendido que la unidad no se decreta, que es más sólida si se construye desde abajo, que hay que trabajar con honestidad y humildad, y que hay que saber gestionar las diferencias y los matices, respetando siempre la pluralidad y la diversidad que nos enriquece y nos fortalece. También hemos aprendido que el sectarismo y el anteponer los personalismos a lo colectivo es un error que se acaba pagando. Y, sobre todo, hemos aprendido que todo aquel que comparta un programa transformador siempre es bienvenido: es el momento de volver a trabajar para recuperar a todas esas compañeras que estuvieron en los años post-15M y que se fueron a casa desilusionadas. De aglutinar a todas esas organizaciones políticas, sociales, sindicales, vecinales y barriales que nos ayudan a tener una vida mejor. El poder popular se construye sobre un programa, como siempre nos recordaba Anguita. Un programa ambicioso y realista, participativo y abierto, pero siempre pegado al terreno en el que lo queremos implantar.
En segundo lugar, es conveniente decir que dejarnos arrastrar en exceso por los ritmos electorales y sus altibajos no suele tener buen resultado. La unidad popular se teje en los espacios comunes, en las manifestaciones, en el trabajo diario y en los planteamientos políticos, sin prisa y con paciencia. Ahora bien, aunque caer en esos ritmos pueden llevar a un ilusionismo innecesario, tenemos tiempo suficiente por delante y esto no puede servir de excusa.
Y, en tercer lugar, que no renunciamos a nada. Queremos tejer alianzas, queremos potenciar las movilizaciones, queremos mejorar la vida de nuestros barrios y, también, queremos que la mayoría social trabajadora pueda verse reflejada en las instituciones. Está en nuestro ADN desde hace más de 100 años y estamos convencidos de ello.
En conclusión, vemos 2023 como un futuro cercano ilusionante y lleno de oportunidades. Hacemos un llamamiento a todas las organizaciones políticas y sociales de Leganés a participar en este proceso, desde la humildad y la honestidad. Es de nuevo el momento de pensar en grande, de crear poder popular desde abajo. Es el momento de volver a construir redes, de tejer. Es el momento de encontrarnos y de reconocernos. Es el momento de olvidar viejos rencores y poner por delante los intereses de la mayoría social trabajadora. Y, para esto, tenemos claro que no sobra nadie que quiera empujar en esta dirección.
Raúl Gómez, secretario político PCE Leganés
Óscar García, portavoz de IU Leganés.