La Plaza Mayor de Leganés se ha llenado con la petición de leganenses y ucranianos en contra de la guerra y en apoyo a quienes defienden el territorio de Ucrania
Leganés se ha volcado con el pueblo ucraniano. Después de haber donado toneladas de medicamentos, ropa y víveres a Ucrania a través de la más de una docena de establecimientos y entidades que se han ofrecido como puntos de recogida de ayuda, centenares de vecinos de la ciudad han llenado la Plaza Mayor en repulsa a la invasión de Ucrania. Un calor que ha llegado al propio país a través de las videollamadas de asistentes a familiares que aún residen allí.
Entre un sentimiento de tristeza y orgullo, ucranianos y ucranianas de Leganés y otras partes de Madrid y Toledo, en apoyo con la ciudad de Leganés se han concentrado para exigir la paz en Ucrania y cese inmediato de la invasión rusa. La concentración arrancaba con la puesta en escena de la bandera ucraniana, protagonista junto al orgullo nacional de su pueblo, que en estos días ha dado ejemplo de resistencia. Poco a poco la plaza se iba llenando de leganenses y ucranianos, llenándose también de rabia y apoyo.
Los refugiados, principales protagonistas
«Queremos agradecer la ayuda humanitaria a los españoles, que nos han ayudado mucho», aseguraba Iván, vecino de Leganés desde hace 12 años, en nombre de toda la comunidad ucraniana. «Rusia quiere hacer desaparecer a Ucrania del mapa mundial, y no puede ser en pleno siglo XXI». Una frase que ha despertado un espontáneo «no a la guerra», coreado por todo el público. «Sois tan generosos que no cabe en camiones vuestro corazón», apuntaba Oksana, ucraniana residente en Leganés desde hace 20 años, cuya hija está defendiendo su país, quien recordaba que es la guerra 21 con Rusia.
El relato más conmovedor llegaba con Anastasia quien ha mirado a los ojos la guerra. Llegó a Leganés hace 3 días y a su corta edad ha visto la crueldad de la guerra en primera persona obligándola a huir de su tierra. La joven ha tomado la palabra para explicar lo que se está viviendo en el terreno. «Esta guerra empezó en 2014», recordaba la joven que calificaba de «horror» lo que se está desarrollando actualmente en su país. Emocionada, relataba cómo las tropas rusas han disparado a civiles: «cada día los ucranianos salen de los búnkeres para enterarse de qué ha pasado con sus casas«. Ahora, la joven se encuentra viviendo con su abuela en nuestra ciudad. «Nos merecemos vivir en paz», apuntaba su abuela.
«Yo no estaba tranquila, mi alma estaba rebelde, me costaba mucho decidir dejar mi tierra. Ahora soy responsable de proteger a mis hermanas pequeñas, soy la responsable de sus vidas. No estoy muy contenta tras dejar mi tierra, pero estoy más tranquila porque mis hermanas pueden dormir sin miedo y no despertar entre las bombas. En Ucrania se quedaron mis padres, son voluntarios, y están ayudando a mi pueblo, estoy orgullosa de ellos [aplausos]. Tenemos muchísima esperanza de que ese horror se termine y que los refugiados puedan volver a su tierra»
Anastasia, refugiada ucraniana en Leganés
La hermandad en tiempos de guerra
Minutos antes, el alcalde condenaba la invasión rusa que dura ya 8 días de asedio interpelando directamente al presidente ruso: «Putin, usted no tiene razón». Por su parte, Llorente ha demostrado apostar por «asfixiar económicamente a Rusia», instando a las empresas a dejar de hacer negocio allí porque «la guerra no les puede salir gratis». Tras ello, se ha leído a declaración institucional realizada por la Federación Española de Municipios y Provincias.
Al acabar las intervenciones, los asistentes respetaron emocionados un minuto de silencio acompañado por una canción que precedió al himno nacional de Ucrania. Tras ello, tanto ucranianos como leganense encendieron velas, en señal de respeto y para exigir al presidente ruso Putin el cese inmediato de la invasión y las muertes de inocentes, iluminando una oscura Plaza Mayor que se llenó de esperanza y apoyo al pueblo ucraniano.
