Los trabajadores de los almacenes Douglas, ubicados en Leganés, han apoyado la huelga en protesta por un ERE que afecta a 1.000 de los 1.600 empleados.
Los almacenes Douglas anunciaban el pasado 3 de marzo de un ERE masivo que suponía el cierre de 136 tiendas en España y el consecuente despido de 1.000 trabajadores. Una notificación que desde el Comité de Empresa se rechazó con rotundidad llamando a la empresa a negociar para buscar otras soluciones que no pasen por los cierres. «Se debe mantener una postura firme ante al abuso de un consejo de dirección que ganó una media por persona de 131.000€ anuales en plena pandemia», sostienen desde CCOO.
Ante esta noticia, el Comité de Empresa ha convocado una huelga de dos días, 14 y 18 de marzo, para mostrar el rotundo rechazo de la plantilla. Según los sindicatos, la primera jornada de huelga, realizada por la plantilla de los almacenes que se encuentran en Leganés, ha sido apoyada por un 95% de los trabajadores que “han protagonizado un ejemplo de lucha con su participación en la huelga y su implicación en las concentraciones”. El próximo 18 de marzo son los trabajadores de las oficinas y las tiendas, principales afectados por este ERE, los que están llamados a realizar el paro.
El sindicato ha manifestado con total contundencia su negativa a aceptar unos planes tan erráticos como todos los que se han llevado a cabo en años anteriores; que se han basado únicamente en despedir a la plantilla y cuyos nefastos frutos se sintetizan en que la empresa ha pasado de ser la primera compañía en perfumerías a nivel nacional a ser la quinta actualmente.
Desde CCOO se emplaza a la dirección de Douglas para que “tome buena nota del mensaje que el conjunto de plantilla ha dado, y aborde este proceso con la intención real de alcanzar un acuerdo, tirando al cajón su planteamiento inicial de 1.000 despidos y buscando soluciones negociadas basadas en la voluntariedad, y no en utilizar la digitalización como coartada para destruir empleo”. Además, ha reiterado su negativa a admitir que «Douglas utilice estos procesos para precarizar las condiciones laborales y se pase al empleo “low cost” y que la transición digital se haga a costa de las personas».
