ULEG lleva luchando 2 años para que se conozca la verdad sobre el destino del dinero donado por vecinos de Leganés durante el confinamiento a la Fundación Juan Muñoz (y no sólo por el tema de las mascarillas).
Al inicio de la primera, la crisis sanitaria provocada por la COVID-19 hubo graves problemas de escasez de material sanitario. En ese contexto, el Ayuntamiento de Leganés habilitó una cuenta corriente para que los interesados pudieran hacer donativos para la compra de material sanitario que se destinarían al Hospital Severo Ochoa y otros centros médicos de Leganés.
La cuenta que se facilitó pertenece a la Fundación Juan Muñoz, una entidad vinculada al Ayuntamiento de Leganés cuyo objeto social es la atención a la tercera edad.
En numerosas notas de prensa publicadas a través de la web municipal, el Ayuntamiento se comprometió a realizar una gestión transparente de estos recursos, a publicar todas las facturas de las compras y a realizar una auditoría externa que fiscalizaría las cuentas.
Con estas garantías, muchos vecinos realizaron pequeñas donaciones al entender que la gestión se realizaba por parte de un organismo público y después podrían conocer el destino de sus donaciones amparadas por la propia política de comunicación del Ayuntamiento.
Sin embargo, transcurrido un período de tiempo prudencial, el consistorio local no había llevado a cabo ninguna de las actuaciones de transparencia que anunció en su día, ULEG solicitó información al respecto en los plenos de mayo y julio de 2020 y en mayo de 2021.
En estas solicitudes, el alcalde Santiago Llorente cambió su discurso alegando que la Fundación Juan Muñoz era una fundación privada, que no tenía vinculación con el ayuntamiento y que no se iban a publicar las facturas por motivos de protección de datos (aunque sea el propio alcalde quien preside esta Fundación).
LA HEMEROTECA DEMUESTRA QUE EL ALCALDE MINTIÓ EN EL PASADO Y SIGUE MINTIENDO EN CADA UNA DE SUS DECLARACIONES A LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN
Ante las reiteradas negativas del primer edil, desde el partido vecinal se solicitó la creación de una Comisión de Investigación (que fue aprobada en el pleno de julio de 2021) pero que a día de hoy jamás ha convocado ni una sesión.
La forma de actuar del gobierno “socialista” en este tema demuestra una clara opacidad y oscurantismo y, sobre todo, que el alcalde de Leganés tiene algo que ocultar de cómo se gestionaron las compras. Sospechas que se han ido agravando a medida que se iban conociendo datos: que las mascarillas se compraron a otro ayuntamiento de un municipio de la provincia de Barcelona (Sant Andreu de la Barca) gobernado también por el PSOE-PSC, donde el propio alcalde de Leganés ha participado en mítines políticos, en el que el alcalde ha participado en mítines políticos, y sobre todo el desorbitado precio por el que se compraron las mascarillas.
Estos datos que se han conocido gracias a las facturas provenientes del propio Ayuntamiento de Sant Andreu de la Barca y a la información suministrada por el Registro de Fundaciones de la Comunidad de Madrid, nunca por el alcalde de Leganés o por la misma Fundación.
Así que ULEG se vio obligado a acudir a la Fiscalía y presentar una denuncia por los escandalosos 12,5 euros/unidad pagados por mascarillas N95, que según la nomenclatura oficial del ministerio es la versión norteamericana a las FPP2, y no a las FPP3 como quiere hacer creer el alcalde.
El alcalde se recupera de su «amnesia» pero sigue mintiendo
Con la denuncia en la Fiscalía, el alcalde Llorente parece haber recordado que es el Presidente de la Fundación Juan “Palomo” Muñoz, ha pasado de decir que la Fundación era una entidad privada que no tenía nada que ver con el Ayuntamiento a hablar en primera persona del plural y decir “nosotros compramos la mascarillas en el peor momento de la pandemia” y se ha mostrado muy nervioso a partir de que el escándalo haya saltado a la opinión pública, teniendo que salir a defenderle los de siempre.
No es un asunto actual, aunque ahora sea noticia al calor del foco mediático sobre los escandalosos casos de compras de mascarillas en España con precios desorbitados y la guerra entre los dos grandes partidos de nuestro país.
ULEG lleva luchando 2 años para que se conozca la verdad sobre el destino del dinero donado por vecinos de Leganés a la Fundación Juan Muñoz.
La demagogia gratuita hablando del virus y de que volvería a pagar lo que fuera necesario por salvar vidas contrasta con la falta de escrúpulos de algunos, incluido ayuntamientos, que no dudaron en cobrar comisiones, sobreprecios o hacer negocio con la salud de la gente.
Tras ignorarnos (hace 1 años es aprobó una comisión de investigación), la actualidad ha arrollado al alcalde de Leganés que se ha sentido arrinconado. Es difícil explicar que el gasto de 12,5 euros por mascarillas (pagar prácticamente 10 veces su precio pre-pandemia). La pregunta es ¿dónde está el origen del pago del sobreprecio? Porque existir existe. Eso es lo que tendrá que investigar la Justicia si quiere llegar al fondo de este turbio asunto con las donaciones de nuestros vecinos de por medio.
Lo que está claro es que cada vez que habla el alcalde la hemeroteca se está encargando de demostrar que está mintiendo. Y es que se pilla antes a un cojo que a un mentiroso, porque el mentiroso no se suele acordar de sus mentiras con el paso del tiempo.
ULEG seguirá exigiendo al alcalde responsabilidades por este escándalo. Ya está bien de que se guise y se coma solo lo que es de todos.
