La taekwondista de Leganés, Marta Calvo, ha sido una de las españolas que se encontraba en Turquía en el momento en el que país ha sufrido una de las peores tragedias de las tres últimas décadas: un terremoto de magnitud 5 en la frontera con Siria que ha dejado más de 5.000 víctimas mortales, según los datos oficiales ofrecidos hasta ahora.
La joven se encontraba en Estambul este 6 de febrero, la capital de Turquía, a la espera de celebrar un gran premio internacional con el que sumar puntos de cara a la clasificación de los futuros Juegos Olímpicos, la meta de Marta Calvo en estas olimpiadas. Haciendo turismo en la capital, compartía en redes sociales cómo se encontraba disfrutando de un mercado tradicional o de la costa del Bósforo. Sin embargo, la tragedia ha truncado sus planes.
Afortunadamente, según ha contado la propia Marta a este periódico, en Estambul no se ha notado el temblor del terremoto ni las réplicas -como el temblor de 5.7 registrado hoy- que están haciendo tambalear aún hoy los cimientos de los edificios que quedan en pie en la región afectada. Pero el luto de la tragedia ha hecho cancelar todos los eventos deportivos que se tenían en la agenda, incluido el Gran Premio, lo que ha hecho a Marta cambiar sus planes.
Lucha contrarreloj por los supervivientes
Actualmente todos los esfuerzos del país y la comunidad internacional están enfocados en rescatar a las víctimas atrapadas entre los escombros y encontrar supervivientes. Para esta tarea, la Comunidad de Madrid ha enviado este lunes un convoy del ERICAM formado por 40 efectivos (bomberos, SUMMA y guías caninos) para ayudar en las tareas de rescate. Unas tareas que se complican con las réplicas.
Además, los buques de la Armada ‘Juan Carlos I’ -con 500 infantes de marina a bordo- y ‘Galicia’, con material de ayuda se han enviado también a Turquía.
Mientras tanto, Siria también está en busca de ayuda internacional pues la zona asolada por el terremoto es una de las más afectadas por la guerra civil que se mantiene en el país desde más de una década. Guerra que ha desmantelado los servicios de emergencias y sanitarios por lo que su capacidad para ayudar a los afectados por el terremoto se ha visto muy mermada.