Mientras el Comité de Huelga sigue esperando que la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso o el consejero de Sanidad, Lasquetty, se sienten a negociar tras once semanas de huelga indefinida de médicos y pediatras de atención primaria, el Gobierno regional continúa con su ofensiva contra estos sanitarios.
Desde hace meses, Díaz Ayuso ha calificado la huelga de política, llegando a asegurar en la Asamblea de Madrid que los centros de salud se estaban convirtiendo en «centros sindicales» por lo que ha enviado un comunicando anunciado las medidas que va a tomar en el asunto: inspeccionar los centros para eliminar carteles de la huelga o las hojas de firmas en apoyo.
«No se podrán realizar actividades como la recogida de firmas, instalación de cartelería o reparto de folletos no autorizados, ni cualquier otra acción que no tenga carácter asistencial o de promoción de la salud», refleja el comunicado que ha enviado oficialmente la Consejería de Sanidad. Para asegurarse de que se cumple, se realizarán inspecciones periódicas y sorpresivas además de llamar la atención a los responsables de los centros que garantizar el «adecuado» uso de los centros de salud.
La secretaria general de AMYTS, Ángela Hernández, beligerante contra la actitud de la presidenta y la consejería, ya ha criticado la «censura» asegurando que se trata de «la técnica de «matar al mensajero»». Además, ha señalado que, a pesar de esta instrucción «la recogida de firmas sigue» y que las medidas para mantener la huelga y seguir presionando estarán vigentes hasta que se consigan garantizar las medidas para la mejora de la atención sanitaria de los pacientes de Atención Primaria.