Son pocas las capitales europeas que pueden presumir de una oferta cultural y de espectáculos como la que Madrid ofrece a sus habitantes y visitantes durante todo el año. Durante la época de Semana Santa, la ciudad cobra vida de una forma totalmente distinta. Las calles se llenan de gente y comienzan los días de celebración.
Hay mucho por hacer en Madrid y poco tiempo, así que aquí te contaremos los 5 planes que no deberías perderte si visitas Madrid durante Semana Santa.
Ver los desfiles
Desde el Domingo de Ramos hasta el Domingo de Resurrección, Madrid se llena de gente que acude de a miles a los desfiles, ya sea paseando figuras de los santos por las calles engalanadas de la ciudad o contemplando desde la barrera las diferentes procesiones de Semana Santa.
La escena es un mar de brillantes trajes religiosos y el ambiente vibra con el andar de pies, tambores y trompetas que acompañan cada desfile que conmemora la Pasión y muerte de Jesucristo.
Las numerosas cofradías eclesiásticas que participan y encabezan las procesiones se preparan durante todo el año para este acontecimiento tan especial.
La mayor atracción es la famosa procesión del Cristo de Medinaceli, que tiene lugar el Viernes Santo. Sale de la parroquia de Jesús de Medinaceli y recorre las principales calles de la ciudad.
Para los visitantes extranjeros, la procesión del silencio puede ser la experiencia más extraordinaria, ya que todas las hermandades y fieles caminan en silencio. También es un espectáculo extremadamente conmovedor.
Subir a lo alto y contemplar las celebraciones
¿No disfrutas de las celebraciones bulliciosas? Entonces sube al Faro de Moncloa para contemplar toda la ciudad desde lo alto, ascendiendo a través de los increíbles ascensores de cristal.
Este faro fue una antigua torre de comunicaciones con una plataforma de observación de 110 metros de altura. Fue construida hace poco más de dos décadas por el arquitecto Salvador Pérez Arroyo, año en que la ciudad fue nombrada Capital Europea de la Cultura.
Convertida en atracción turística, ofrece unas vistas inigualables de la ciudad: podrá divisar la Catedral de la Almudena, el Palacio Real y el edificio de Telefónica en la Gran Vía. Y hasta divisar las cumbres de la Sierra de Guadarrama.
Probar los dulces tradicionales
La gran variedad de platos típicos dulces y salados que se preparan especialmente para Semana Santa hacen que estos días sean muy apetecibles para los amantes de la buena comida.
El plato estrella de los bares y restaurantes de Madrid es la torrija, un dulce a base de pan mojado en leche y huevos batidos, espolvoreado con canela, frito y espolvoreado con azúcar.
Muchos locales le dan su propio toque a esta comida española de Semana Santa. Si te apetece una versión con alcohol, debes probar las torrijas con Baileys, ron, vodka o bourbon en Vait Pastelerías, o ir a lo tradicional y comerlas en La Casa de las Torrijas, una de las tabernas más antiguas de la ciudad.
Si te parece demasiado dulce, entre las delicias saladas para Semana Santa se encuentran los Soldaditos de Pavía (trozos de bacalao fritos y crujientes) y el potaje de garbanzos, además de impresionantes mezclas de tapas.
Ir a la iglesia
Para los que quieran vivir los oficios religiosos de Semana Santa, muchos de ellos con música sacra especial, las principales catedrales e iglesias, como la Catedral de la Almudena, la Basílica de Nuestra Señora de Atocha, la Iglesia Parroquial de Santa Cruz y la Basílica Pontificia de San Miguel, son algunos de los principales centros de las celebraciones de esta festividad en Madrid.
Sean cuales sean tus creencias, este es un momento para maravillarse con la magnífica arquitectura eclesiástica de la ciudad y todas las iglesias, grandes y pequeñas, están bellamente adornadas en honor a la festividad de Pascua.
Alejarse del tumulto y volver a la naturaleza
Quizás, luego de ver los desfiles y la gran cantidad de gente, tan solo quieras relajarte. Si es tu caso, puedes dar un paseo por el hermoso parque de La Quinta de los Molinos, situado en el barrio de El Salvador.
Aquí encontrarás un encantador lago y fuentes, pero lo mejor es pasear entre los almendros que, en primavera, se llenan de flores rosas y blancas y desprenden un aroma impresionante. Preparar un picnic y disfrutar de la tranquilidad es una joya secreta de la Semana Santa en Madrid.
Estos son sólo ejemplos para la Semana Santa, pero muchos viajeros nos dan claves de lo que podemos ver en Madrid durante todo el año.
