Este lunes el Ayuntamiento de Leganés anunciaba la reapertura de los teatros y la reactivación de la programación municipal en varios de ellos. Una programación reducida que contará con espectáculos en mayo y junio, además de una obra de teatro el 28 de abril. Toda la programación se centra en el Teatro Rigoberta Menchú, además de escenarios al aire libre y el Auditorio de la Universidad Carlos III de Leganés.
El anuncio ha sorprendido a muchos puesto que la programación cultural no se suspendió a causa de falta de dinero, sino por falta de trabajadores. Tras el conflicto laboral y la quiebra de la empresa contratada por el Ayuntamiento de Leganés para dar servicio a los teatros, el municipio se había quedado sin técnicos de sonido, luz y escenarios. Sin ellos no se podían poner en marcha las obras de teatro. ¿Cómo se han conseguido reabrir los teatros?
Santiago Llorente (PSOE), alcalde y candidato a la reelección explicaba en una entrevista este lunes en Radio El Candil que para ello se ha reestructurado a la escasa plantilla. «Hemos tirado de personal municipal, alguna sustitución de personas de baja y lo que hemos contratado son técnicos de iluminación y sonido«, ha señalado el primer edil.
Tal y como apunta, se trata de una solución temporal puesto que «mientras sale la licitación de un nuevo contrato que dé cobertura a todos los teatros en un horario amplio». Esto explicaría el motivo por el que toda la actividad se centra en el Teatro Rigoberta Menchú, y es que, tal y como los antiguos técnicos explicaron a LEGANÉS ACTIVO, al ser el segundo más pequeño (25 localidades más que el Teatro Julián Besteiro) puede gestionarse con uno o dos trabajadores. Cabe destacar además que el Auditorio de la Universidad Carlos III no es de gestión municipal sino que es gestionado por la propia universidad. Bajo un convenio de colaboración, el Ayuntamiento de Leganés cuenta con varios días al año para poder hacer uso del auditorio pero éste cuenta con sus propio técnicos.
La solución temporal no solo afecta a las obras de teatro sino también a los eventos de los colegios y asociaciones como actos de fin de curso, que en esta ocasión sí podrán celebrarse en los teatros aunque «a lo mejor no tan elevadas en número pero empezamos otra vez a desarrollar actividades en teatros«.