Cáritas Diocesana de Getafe ha presentado su memoria de actividades en el sur de la Comunidad de Madrid durante el año 2022. Cáritas ha remarcado cómo el 2022 estuvo marcado por la invasión de Rusia a Ucrania y el gran impacto que la crisis generada por el conflicto ha tenido en las familias más vulnerables del sur de la Comunidad de Madrid.
Un hecho que ha provocado un aumento de la inflación que alcanzó en julio del 2022 su máximo valor al llegar al 10,8%. Lo que provocó que los alimentos se encarecieran un 15,7% en un año, subieran los tipos de interés, los alquileres (un 9% en la Comunidad de Madrid), el precio de los suministros (gas y luz) y de los carburantes.
Esto ha consolidado que la principal demanda de los hogares de los 48 municipios del sur de la Comunidad de Madrid fuera la de alimento, seguida de ayudas a la vivienda para el pago del alquiler y de la factura de la luz.
El acto ha estado presidido por el obispo auxiliar de la Diócesis de Getafe, don José María Avendaño, por el vicario para la Pastoral Caritativa y Social, Aurelio Carrasquilla, por el director de Cáritas en el sur de Madrid, Jesús Casares y por la secretaria general de la organización caritativa, Mª Teresa Herrero.
Crece la demanda de ayudas para la Vivienda
En el 2022 Cáritas tuvo que incrementar en un 54,07% las ayudas destinadas al pago del alquiler y de los suministros. Las familias destinaron en 2022, a nivel nacional, un 61% de sus ingresos a gastos esenciales, tales como alimentos, vivienda o transporte. En la Comunidad de Madrid este dato es de un 60%, un punto por debajo del porcentaje estatal.
Esto ha provocado un cierto empeoramiento de algunos indicadores de privación material como: no poder permitirse mantener la vivienda a temperatura adecuada (+16,4%); no poder permitirse una comida de carne, pollo o pescado al menos cada dos días (+7,8%), o no tener capacidad para afrontar gastos imprevistos (+5,7%).
Además, la inflación ha provocado una subida de los tipos de interés de las hipotecas y mayores trabas para la adquisición de una vivienda por parte de las familias, y, como consecuencia, un aumento del precio del alquiler.
Esto influye más en las familias más vulnerables, ya que el 56,04% de las personas atendidas por Cáritas en el sur de Madrid durante el 2022 vivían en régimen de alquiler, y, un 28,06% en un piso o en una habitación realquilada, casi un 6% más que en 2021 (año de gran impacto de la pandemia).
Cada vez son más las familias que se ven obligadas a alquilar una habitación o a realquilar habitaciones dentro de su vivienda para poder hacer frente a los pagos o tener un hogar. Como consecuencia de esta situación, ha crecido la demanda de comida preparada, al no disponer de acceso a la cocina o de medios para su elaboración. Por eso, en 2022 se puso en marcha el comedor social de la parroquia en Santa Teresa, que ha atendido a 81 personas diarias, repartiendo 9.597 menús.
Consecuencias de la Inflación
El asunto central del contexto en el que se presenta esta memoria tiene que ver con el proceso inflacionario en el que se encuentra la economía mundial. Esto ha provocado que muchas familias que empezaban a recuperarse de la crisis del COVID-19 volvieran a caer.
Durante el 2022, la demanda de ayuda disminuyó en un 6.65% con respecto al 2021, aun así, la ayuda de Cáritas Diocesana de Getafe ha llegado a 36.154 personas a través de sus diferentes programas. A pesar de este ligero descenso en las personas atendidas, se han aumentado los recursos invertidos. Y esto se debe a dos causas: Por la inflación, todo es más caro y hay que hacer un mayor gasto en las mismas atenciones y, las condiciones en las que llegan las familias son peores, la pobreza se cronifica un mayor tiempo, por eso, las intervenciones son más globales y longevas.
Aumenta el porcentaje de mujeres atendidas
A los recursos, centros y servicios de Cáritas acuden, mayoritariamente, mujeres en situación de pobreza y exclusión social. En concreto, en el 2022, un 73% de las personas atendidas eran mujeres, un 11% más que el año anterior. El 26,33% de las personas atendidas vivían en un hogar monoparental. Un modelo de vivienda, en aumento, que va acompañado de un incremento en el riesgo de caer en la pobreza, especialmente cuando están encabezados por mujeres, como ocurre en la mayoría de los casos.
Para paliar esta situación, Cáritas en el sur de Madrid incrementó en 89.875,7€ la partida de vivienda, con el objetivo de acondicionar el nuevo piso de Alcorcón del proyecto “Hogares del Sur”; destinado a familias monoparentales, de mujeres con hijos a su cargo sin un hogar.
La soledad, fuente de exclusión de los mayores
En una encuesta realizada a las Cáritas Parroquiales, se mostró cómo muchas de ellas atendían a personas mayores en situación de soledad. Más de 400 personas no tienen un tejido social que los acompañe y ayude en su día a día. Por eso Cáritas Diocesana de Getafe, a través de su programa de “Mayores” y, sobre todo, de su proyecto “Júbilo” realiza una labor de detección de las situaciones y análisis de las necesidades, acompañamiento individual, visitas domiciliarias, actividades culturales y de ocio, facilitando el acceso a recursos públicos y a ayudas económicas para que puedan mantenerse en su domicilio y en su entorno social y familiar el mayor tiempo posible.
Las consecuencias de la guerra de Ucrania llegan a la Diócesis de Getafe
Este conflicto también ha tenido su repercusión en el sur de la Comunidad de Madrid. La Diócesis de Getafe se movilizó para dar respuesta a esta emergencia y creó la “Mesa de Hospitalidad”. Un órgano integrado por las diferentes delegaciones de la vicaría de la Caridad, entre las que se encontraba Cáritas y la capellanía ucraniana de la Diócesis de Getafe. Desde este órgano se decidió que la ayuda económica se centralizara a través de Cáritas y se establecieron los protocolos de acogida para que los refugiados que iban llegando accedieran a todos sus derechos.
Por ello, Cáritas Diocesana de Getafe hizo un gasto sin precedentes en la partida de “Cooperación Internacional” de 591.706,97€. Esta inversión se ha podido llevar a cabo gracias a la gran respuesta de los vecinos de la Diócesis de Getafe que donaron 228.706,97€ y a la aportación del Ayuntamiento de Leganés para la construcción del centro de refugiados ucranianos San Josafat.
Un centro, que es el único para esta misión en el sur de la Comunidad de Madrid, y que está pensado para que en un futuro se convierta en un centro de día para personas mayores.
Además, desde Cáritas se han atendido a más de 278 refugiados ucranianos a través de las 97 Cáritas Parroquiales desde que empezó el conflicto. La mayoría demandaba comida y ropa