La Semana Santa ya está aquí. Este Viernes de Dolores arrancaban todos los actos y procesiones que tendrán lugar a lo largo de los próximos diez días, que estarán llenos de pasión y devoción. Una emotiva semana para todos los cristianos que conmemoran los últimos días de Jesucristo así como su Pasión, muerte y resurrección.
Por esto comenzaban las celebraciones este viernes 22 de marzo en el que se celebraba el Viernes de Dolores con la salida del paso de la Virgen de la Soledad. En medio de un solemne silencio, solo roto por la Asociación Fénix de la Esperanza, la talla salía de la parroquia puntual a las 8 y media de la tarde. Una salida que inauguraba las procesiones de esta Semana Santa.
Con una noche cerrada y la luna creciente, casi llena, en el cielo la talla recorrió las principales calles del centro de la ciudad. Un recorrido tradicional que terminaba de nuevo en la Parroquia de San Salvador donde se mantendrá a lo largo del año. A lo largo del recorrido no pudieron faltar las diferentes paradas para que los vecinos y vecinas disfrutaran de la talla.
Los menores disfrutan del Domingo de Ramos
Tras un sábado sin programación, este Domingo de Ramos ha sido para los más pequeños. Y es que es la única procesión que está pensada para ellos: por la mañana, al aire libre y con la talla de un Cristo sobre la Borriquita de pequeñas dimensiones. Una forma de que también ellos disfruten del espíritu de la Semana Santa.
A las 11 de la mañana, la talla salía del colegio de La Inmaculada, frente a la Plaza de la Policía Nacional, donde un escenario esperaba a todos los integrantes. Allí, el párroco, Pedro Manuel, realizaba la misa ante la atenta mirada de los más pequeños, quienes sostenían las ramas de olivo y las palmas.
Tras ello, la talla, a hombros de varios menores, era trasladada hasta la Parroquia de San Salvador. Durante el camino, centenares de vecinos y vecinas de Leganés seguían atentos el recorrido con sus propias palmas y ramas de olivo. Finalmente, tras la llamada del Párroco para abrir la puerta, entraba la comitiva y, con ella, todos los vecinos.
Ante una parroquia repleta de feligreses, conmovidos por la Semana Santa, se procedía a dar la misa especial de este Domingo de Ramos. Una procesión que también se repetía en el barrio de Vereda de los Estudiantes, donde también participaba una borriquita real que se encontraba en uno de los descampados del barrio.