La red de alcantarillado de Madrid supera los 16.000 kilómetros de longitud llenos de recobecos, giros y lugares muy poco accesibles. De hecho, solo 2.500 kilómetros de conductos son accesibles para los operarios. Estar al día con la situación en la que está cada centímetro cuadrado de la red para conocer dónde puede haber un fallo, prevenirlo o, incluso, subsanarlo cuando se dé, es todo un reto.
Por esto, el Canal Isabel II ha apostado por las nuevas tecnologías para ayudarles en esta difícil tarea. Concretamente, ha anunciado que se apoyará en un nuevo equipo de drones y en la inteligencia artificial.
El Canal Isabel II lleva años detrás de la idea de realizar estas inspecciones con drones, pero no existían en el mercado por lo que comenzaron a adquirir la tecnología adecuada para diseñarlo ellos mismos. Ahora ya han dado con ‘el dron definitivo’. Un equipo autónomo, autopilotado, robusto y estable que proporciona imágenes de alta calidad del alcantarillado, y que desde la empresa pública continúan mejorando en cuanto a autonomía, fiabilidad y prestaciones.
Funciona del siguiente modo: una vez programada la ruta, el dron se pone en marcha y es capaz de esquivar los obstáculos que se encuentra por el camino. En su recorrido, graba imágenes en alta resolución que, posteriormente, en la oficina, se analizan en busca de defectos y obstrucciones en la red. Esto permite analizar a fondo la red. Al hacer visitas periódicas se puede medir fisuras o cambios con una precisión de milímetros.
Inteligencia artificial para los diagnósticos
Además, el equipo del Canal Isabel II se ayudará de un programa de análisis de datos basado en inteligencia artificial. Aportará resultados automatizados, objetivos y fiables. La IA solo necesita el vídeo con una calidad suficiente y a velocidad constante para recrear el recorrido y hallar patrones. Ante esto genera un informe fiable sobre el estado de las conducciones y sugiere las actuaciones necesarias.
La combinación de estos recursos levanta una nube de puntos del recorrido, ahorra tiempo, optimiza costes, logra estandarizar el análisis de los desperfectos y, por encima de todo, elimina los riesgos laborales del personal.
Además de para inspecciones concretas en la red de saneamiento, Canal está también utilizando esta tecnología para inspeccionar otras infraestructuras de abastecimiento, como canalizaciones que salen de las presas o galerías de servicio de la red de abastecimiento. En todos los casos, el resultado es el mismo: más precisión en los resultados, más rapidez a la hora de detectar fallos, y, sobre todo, más seguridad y salud para los trabajadores.