Leganés ha presenciado el regreso de eventos taurinos en una plaza de toros portátil que aparecía con pintadas recientemente. La vuelta no ha gustado mucho generando una oleada de críticas de partidos de la oposición y entidades sociales, quienes han asegurado que, en la actualidad, su organización implica un retroceso en materia de bienestar animal y políticas culturales. Críticas en las que se ha pedido incluso la cancelación de los eventos, pero que el Gobierno (PP y ULEG) han desoído.
A las once menos veinte de la mañana, ha comenzado el evento taurino, con la participación de tres vaquillas. A pesar del escaso retraso, durante el que todavía seguía entrando público de todas las edades a plaza, no ha llegado a su máxima capacidad, reflejando quizás la división de opiniones en la ciudadanía sobre la celebración de este tipo de festividades.
La actividad se ha desarrollado de manera tranquila y sin grandes sobresaltos. Tan solo un joven participante ha sufrido una leve envestida por una de las vaquillas a tan solo cuatro minutos del inicio. Afortunadamente, el incidente no ha pasado a mayores, ya que la vaquilla solo lo revolcó, y el chico decidió no regresar a la arena tras el susto.
El alcalde defiende que los festejos taurinos «eran una demanda»
Tras la finalización de este primer festejo taurino (aún queda otro más programados), el alcalde de Leganés, Miguel Ángel Recuenco (PP), ha defendido la celebración de este tipo de eventos en declaraciones a LEGANÉS ACTIVO.
Según ha asegurado, en exclusiva a este medio, este evento se ha celebrado con el principal objetivo de que una parte de los ciudadanos de Leganés pudiesen disfrutar también de este tipo de eventos, que desde hace años no se celebraban en la ciudad. “Se trataba de hacer un festejo taurino, un guiño a la tauromaquia donde los aficionados de la ciudad que quisiesen pasar un rato agradable vinculado al mundo del toro tuviesen su momento también durante las fiestas”, ha defendido. Y recalca que: “era una demanda que nos estaban haciendo”.
Curiosamente, y a pesar de las críticas, no se han registrado protestas ni dentro ni fuera del recinto, algo llamativo dada la polémica generada los días previos. Esto ha permitido a los espectadores presentes disfrutar de la exhibición sin interrupciones.