Podemos Leganés ha anunciado que propondrá una mesa de trabajo para abordar los problemas que sufre la ciudadanía en el servicio de Cercanías C-5. Así lo ha anunciado a través de una nota de prensa:
«Esta mesa de trabajo tendrá como objetivos constatar los principales problemas que sufren a diario los usuarios de cercanías, retrasos, accesibilidad y contaminación acústica entre otros, para así poder abordar las posibles soluciones que se puedan proponer y las acciones de presión que podamos llevar a cabo entre todos para poder solucionar estos problemas. El trabajo de esta mesa debe concluir en el plazo de tres meses y elevar sus conclusiones al pleno municipal y dar traslado a la empresa que explota el servicio y a los grupos parlamentarios del Congreso de los Diputados.
El servicio de cercanías C-5 es el más utilizado por parte de la ciudadanía de Leganés para acudir a sus centros de trabajo, estudio o tareas cotidianas.
A diario los usuarios y usuarias del servicio de cercanías C-5 sufren “incidencias”, “averías”, “fallos” y todo tipo de problemas que hacen que se llegue tarde al trabajo, estudios o tareas. Raro es el día que no hay problemas y que hace que los usuarios no sepan con qué problemas se encontrarán cada día. En la empresa ya no se creen las excusas (realidad) sobre lo que ocurre en el servicio de cercanías.
Mención especial merece la masificación del servicio que en muchas ocasiones hace que no se pueda coger dicho servicio debido a la cantidad de gente que hay en el tren provocado por los retrasos. A todo ello hay que añadir los problemas de accesibilidad que imposibilitan que personas con problemas de movilidad o en silla de ruedas puedan acceder a dicho transporte como otro cualquier usuario o usuaria.
La falta de inversión en Cercanías, el servicio más utilizado, contrasta con la inversión en alta velocidad. Más inversión y gasto en la Alta Velocidad y menos en la Alta Ocupación (cercanías).
La ciudadanía de Leganés debe tener un servicio de calidad, en el que el cumplimiento de los horarios esté garantizado, que la gente no vaya como “sardinas en lata” y menor tiempo de espera entre un tren y otro».
