Las familias de la Escuela Infantil Koala de Leganés han estallado ante la última decisión del centro. A partir de la próxima semana, 4 niños y niñas de dos años y diez de bebés serán cambiados de aula para formar un grupo mixto con menores de 0, 1 y 2 años, una decisión que ha desatado el malestar entre las familias, que aseguran no haber recibido información ni explicaciones pedagógicas sobre el motivo de este cambio.
PSOE de Leganés daba la voz de alarma denuncian que esta decisión es «improvisada y perjudicial para la comunidad educativa». Varias familias han denunciado a LEGANÉS ACTIVO que la medida no se apoya en criterios educativos, sino en razones económicas derivadas de la gestión de la empresa que dirige el centro, Kirikú Galo S.L., de origen cántabro.
“No nos han dicho con qué profesora irá ni dónde estará mi hija”
Sara, madre afectada por esta decisión, denuncia falta total de transparencia. “Nos han mandado correos contradictorios y a día de hoy no sabemos en qué aula van a ir nuestros hijos, con qué proyecto educativo, ni quién será su profesora”, lamenta.
La madre asegura que no se ha facilitado ningún plan pedagógico sobre la nueva aula mixta. “Mi hija tiene dos años, ya se viste y come sola, y ahora la quieren meter con bebés de menos de un año. Va a sufrir un retroceso”, afirma.
El malestar se arrastra desde el pasado lunes, cuando se comunicó la noticia. Fue a las puertas del centro, en una reunión entre la dirección, la concejala de Educación, Mercedes Neria (ULEG) y las 14 familias afectadas. “Se ha impuesto sin margen para reaccionar, y es obligatorio», critica.
“Nos dijeron que quizá cerraban la escuela”
María, madre de otro de los niños afectados denuncia en Leganés Activo que esta medida no tiene base pedagógica, sino económica. “La concejala nos reconoció que la empresa tenía problemas económicos y que no les estaban pagando a tiempo», explica.
Así, critica también la selección se haya hecho en base a la edad de los niños, escogiendo a los nacidos en diciembre, y no a criterios educativos. “Esto los perjudica para el próximo curso, cuando pasen al colegio con 3 años”.
La baja de un maestro: el detonante
Las familias sostienen que todo el problema parte de la falta de personal de apoyo, un puesto que no se ha cubierto pese a ser obligatorio por pliego. Cuando algunas madres reclamaron su reposición, recibieron —según aseguran— “presiones” y poco después se anunció la reorganización de aulas como “solución”.
Una solución criticada por las familias que ha obtenido el visto bueno del Gobierno local y la Comunidad de Madrid. A pesar de que -según transmiten las familias- podría haber obtenido el informe negativo de Inspección de Educación.
El Ayuntamiento defiende la decisión
En Leganés Activo nos hemos puesto en contacto con el Gobierno local sin obtener respuesta. No obstante, la concejala de Educación, Mercedes Neria (ULEG), sí han respondido a Cadena SER, asegurando que la decisión se debe a la falta de matriculación en el centro -y por tanto de ingresos-, que cuenta con 27 plazas vacantes.
Según la edil, se pasará de tres aulas de 2-3 años a dos, unificando los niños más pequeños de ese tramo con los mayores de 1-2 años en un aula mixta “reversible”, aunque a las familias se le ha trasladado que es definitiva hasta final de años. No obstante, Neria señala que es una medida “ya aplicada en otros centros” y que, asegura, se ha tomado “bajo criterios pedagógicos y con diálogo entre las partes”.
“La empresa amenazó con abandonar la gestión y dejar a 90 familias sin escuela”, explicó Neria, justificando que esta reorganización era “la opción menos dañina”.
En este sentido, el Secretario General del PSOE señalaba que «la falta de personal, denunciada por las familias hace semanas, es responsabilidad directa del Gobierno local». Cabe destacar que, bajo el mandato de Santiago Llorente (PSOE), se cerraron aulas de escuelas infantiles en varias ocasiones, tanto de gestión directa como indirecta.
Una comunidad educativa dividida y cansada
Las familias afectadas no lo ven así y aseguran que la comunicación ha sido “nula” y la planificación “improvisada”. Además, advierten que las condiciones laborales del personal educativo y la falta de recursos “están detrás del problema”.
“Han estado incumpliendo desde el principio tener dos educadores por aula, y el Ayuntamiento lo sabe”, denuncia María. «Esto es echar una mano a la empresa para que no abandone el pliego, porque tendrían que abonar una multa», añade Sara.
Las madres reclaman transparencia, un informe pedagógico que justifique la medida y garantías de que sus hijos no se verán afectados en su desarrollo. “Hay muchas otras soluciones antes que mezclar bebés con niños de dos años”, concluyen.
Mientras tanto, el malestar crece en la EI Koala de Leganés, un centro cuya gestión vuelve al ojo del huracán a pesar de haber cambiado de manos. Un ejemplo de que el problema podría ser, no la empresa en sí, sino el sistema de gestión indirecta.





